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martes, 20 de octubre de 2015

LA GEOINGENIERÍA PRODUCE CALENTAMIENTO GLOBAL Y UN CLIMA MAS PELIGROSO


Mike Adams de NaturalNews y Paul Preston de Agenda21Radio se unen a Dane Wigington para exponer los programas globales de geoingeniería.


El término "Gerencia de Radiación Solar" (SRM) es un término confuso y contradictorio que implica erróneamente que las emisiones químicas desplegadas en la atmósfera tienen como resultado el enfriamiento de la atmósfera.

Los hechos son claros:
  • La evidencia publicada por el científico del clima, Joyce Penner concluye que las estelas y delgadas nubes altas, tienden a calentar el clima. La declaración del Dr. Penner se encuentra en la página 17 del "INFORME ESPECIAL SOBRE LA AVIACIÓN Y LA ATMÓSFERA GLOBAL" 

  • La patente Welsbach estipula que el despliegue de los aerosoles Welsbach en la atmósfera podrían calentar el planeta.

 Nota de ANECIL:
Es evidente que tratar de llamar "Gerencia de Radiación Solar (SRM)" a los actuales programas de Ingeniería Climática es una maniobra propagandística que trata de justificar la existencia de estos, que en realidad tienen fines bélicos y corporativos, ya que es en sí, la Ingeniería Climática, la que está produciendo los problemas ambientales que se supone debe contrarrestar, como son las olas de calor localizadas, inundaciones o las sequías extremas en las principales áreas de producción de alimentos, como California o el Mediterráneo.


Fuente:  http://chemtrailsplanet.net/2015/10/01/contrails-geoengineering-creates-warmer-and-more-dangerous-climate/

OBAMA RELACIONA EL TERRORISMO ISLÁMICO CON EL CAMBIO CLIMÁTICO

Para entender este artículo. Nota de ANECIL

¡Claro que están relacionados! tanto el "cambio climático" producido mediante Ingeniería Climática como el terrorismo internacional son creaciones financiadas y dirigidas por USrael.
"La sinarquía transnacional siempre esta interesada en crear problemas que requieran de soluciones globales."



OBAMA RELACIONA EL TERRORISMO ISLÁMICO CON EL CAMBIO CLIMÁTICO

El presidente Barack Obama vincula el cambio climático con la aparición del grupo terrorista islámico Boko Haram y “el inicio de la guerra de Siria” durante un discurso de graduación en la Academia de la Guardia Costera de Estados Unidos.
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“No decimos que el cambio climático cause los conflictos que vemos en todo el mundo. Sin embargo, lo que sí sabemos es que la grave sequía ayudó a crear la inestabilidad en Nigeria que fue aprovechada por el grupo terrorista Boko Haram. Ahora se cree que las fallas de la sequía y las malas cosechas y los altos precios de los alimentos ayudaron a alimentar el descontento temprano en Siria, que desembocó en la guerra civil en el corazón de Oriente Medio”

“A nivel mundial, podríamos ver un aumento en el número de refugiados debidos al cambio climático. En otros lugares, la sequías intensas exacerbarán la escasez de agua y alimentos, aumentarán la competencia por los recursos y crearán migraciones masivas y tensiones. Por esta razón, el Pentágono califica el cambio climático como un multiplicador de amenazas”.

Obama calificó el cambio climático como “una grave amenaza para la seguridad mundial” y “un riesgo inmediato para nuestra seguridad nacional”, lo que afectará la manera cómo el ejército de Estados Unidos defiende el país.

“Nuestras fuerzas armadas tendrán que incorporar el cambio climático en los planes y operaciones, porque hay que estar preparados”

Su discurso parece encajar a la perfección con el discurso planteado por las Naciones Unidas y por el papa Francisco, cada vez más preocupado por el medio ambiente, un argumento que pretende utilizar para impulsar la creación de un gobierno mundial.

Visto en: http://elmicrolector.org/2015/05/22/obama-relaciona-el-terrorismo-islamico-con-el-cambio-climatico/
 Fuente: http://cnsnews.com/news/article/melanie-hunter/obama-links-islamic-terrorism-climate-change

miércoles, 15 de octubre de 2014

INGENIEROS DEL CLIMA EN BERLÍN: "GOLPE DE ESTADO A LA DEMOCRACIA GLOBAL"


































































La falta de repercusión en los medios de comunicación muestra hasta qué punto se controla su divulgación por miedo a que la opinión pública ponga fin al desatino de cuatro necios poderosos, los mismos de siempre.
La ausencia en este debate de grupos tradicionalmente valedores del medio ambiente como Greenpeace y Ecologistas en Acción pesaba como una losa. Algún día deberán explicar las razones de su convergencia con el lado oportunista del cambio climático más cerca de los intereses políticos, militares e industriales que de la sociedad.
 Asociación Cielos Limpios



Por Desde Guardacielos / Skyguards / Terra SOS-tenible

La última pretensión de los pseudo científicos del siglo XXI -que desde hace décadas se han dedicado a manipular los sistemas climáticos terrestres en nombre del interés común...- es la legitimidad de la decisión, frente a una clase política incapaz de posicionarse al respecto, ignorando totalmente a la ciudadanía.

El 18 de julio de 2014 tuvo lugar en Berlín una conferencia de cuatro días sobre "Ingeniería climática" a la que entre los más de 300 participantes de 40 países se encontraban muchos de los geoingenieros más cuestionables de la cada vez más cuestionable comunidad científica internacional, cada vez más al servicio de multinacionales de todo orden y del sector militar.

El ente organizador era el recién creado IASS (2012), que a juzgar por sus patrocinadores ha encontrado un nicho al sol del cambio climático. Este organismo se ha dado el objetivo de promover el necesario diálogo entre la clase científica y la sociedad civil en temas de ingeniería climática. Objetivo que no podrá cumplir, si mantiene la actual proporción de 90 a 10, siendo generosos.

El público era variado, desde personas en sus sesenta a jóvenes en su veintena. Las universidades más prestigiosas del mundo habían enviado a sus investigadores más veteranos y a sus mejores promesas. El evento prometía. Si bien no dejaba de ser un ejemplo claro de que el debate de un tema tan trascendental seguía teniendo lugar exclusivamente a nivel científico y académico, sin que trascendiese a la sociedad. Su falta de repercusión en los medios de comunicación muestra hasta qué punto se controla su divulgación por miedo a que la opinión pública ponga fin al desatino de cuatro necios poderosos, los mismos de siempre.

Cada jornada estaba distribuida en 4 bloques y cada uno de ellos versaba sobre al menos cuatro temas distintos con cuatro ponencias por tema mínimo, de manera que necesariamente uno tenía que sacrificar doce opciones si quería escuchar todas ellas. Los títulos son de interés para aquéllos que por razón de su cargo, no pueden seguir ignorando por más tiempo lo que está ocurriendo y su gravedad en términos de seguridad y salud pública, como políticos, sindicatos agrarios, jueces, médicos, docentes, periodistas, etc.

Entre los tópicos caben citar los siguientes:
(a) La Pasada Década en la Investigación de la Ingeniería Climática.
(b) La Política Climática en la Encrucijada: ¿es la ingeniería climática un giro de tuerca en la práctica o una herramienta en la caja de herramientas?
(c) Explorando las Políticas de la Ingeniería Climática: derecho internacional para la regulación de la ingeniería climática.
(d) Innovación responsable e ingeniería climática.
(e) Riesgos y conflictos potenciales de la ingeniería climática.
(f) Ingeniería climática y el significado de naturaleza.
(g) Sociedad civil y geoingeniería: ¿quién emplaza a quién?
(h) De la geoingeniería a la geo-armamentización: la dimensión de seguridad en la ingeniería climática.
(i) Nuevas técnicas de Gestión de la Radiación Solar: desde la dilución de cirros al abrillantamiento del cielo marino.
(j) Geoingeniería Climática y el Papel potencial del Régimen de los Derechos Humanos.
(k) La Gobernanza de la Ingeniería global: ¿es el IPCC el lugar adecuado para ello?
(l) Ingeniería Climática e Ingeniería Humana: retos de cambios sociales y tecnológicos en el Antropoceno.
(m) El Control Internacional de la Ingeniería Climática y de la Investigación.
(n) Leyes locales y responsabilidades globales: la aplicación de leyes nacionales y locales para regular la ingeniería climática y la determinación de responsabilidades por su impacto.
(ñ) Presentando Teoría y Evidencias de los Actuales Programas de Fumigación Atmosférica con Aerosoles. (Presentación de Grupos de la Sociedad Civil en Sesión Libre)


SESIÓN DE APERTURA Y LECCIONES MAGISTRALES (Mark Lawrence)

La sesión de apertura fue brillantemente presentada por el Director de Investigación del IASS, Mark Lawrence, quien insistió desde el inicio en la necesidad de distinguir entre ingeniería climática y geoingeniería. No obstante, los mismos científicos no parecen haberse puesto de acuerdo en la semántica puesto que a lo largo de los cuatro días utilizaron indistintamente los dos términos para explicar la manipulación deliberada del clima a escala global con el fin de paliar el calentamiento terrestre causado por el hombre debido al uso de energías fósiles que producen gases de efecto invernadero como el CO2. Resolviendo la inconsistencia con afirmaciones como que en el futuro no se hablaría de geoingeniería sino de técnicas y tecnologías específicas.

En esta sesión de apertura no pudo faltar la presencia de políticos alemanes, quienes dieron muestras de ser grandes maestros en eso de nadar y guardar la ropa. Manifestaron que la idea de desarrollar una herramienta de modificación climática para cerrarla en un armario, por si acaso no podemos controlar las emisiones de CO2, que es la hipótesis oficial, no es alentadora dados los riesgos que implica, ya que siempre existirá la "tentación" de su uso por alguien. Si bien algunos ponentes fueron críticos con la geoingeniería insistiendo, en lo que llaman mitigación, (reducción de las emisiones y captura de CO2) consideran que hay que proseguir con la "investigación..."; otros más tajantes propusieron eliminar todas las fuentes energéticas de CO2 eliminando así la necesidad de tener que aplicar la geoingeniería, abogando por la eliminación de la energía nuclear.

Tampoco podía faltar en esta sesión la voz de Estados Unidos en la persona de Jane C.S. Long (abajo en la foto) cuya larga lista de distinciones desmerece totalmente su intervención resumida en que ella no retira de la mesa ni la energía nuclear, ni el fracking ni la geoingeniería, rematando su personal opinión con el eufemismo: "eso sí, hay que hacer las cosas ¡"con respeto por la tierra"! Pocas veces se han escuchado contradicciones tan clamorosas en una misma frase.

Una de las intervenciones más clarividentes la hizo el Presidente y fundador del IASS, Klaus Töpfer, ex-político alemán de relieve y ex-alto cargo en Naciones Unidas, quien vaticinó el fin de la democracia parlamentaria debido a que las multinacionales tienen tanto poder que las decisiones clave para la sociedad ya no se toman en los Parlamentos Nacionales. Así no tendría sentido pagar a un montón de políticos por un trabajo ineficaz ya que terminan legislando muy por detrás de lo que se mueve el mercado sin que sus leyes sirvan para nada. Otra de sus perlas es que el sistema gasta miles de millones en diseñar las palabras y el debate público porque quien controla el léxico controla el tópico. Ambas afirmaciones son de gran relevancia en el tema de la geoingeniería.

Es obvio que las decisiones en este tema no se toman en sede parlamentaria y que los políticos europeos, en lo que nos atañe, prefieren practicar el principio mafioso de la "omertá" o ley del silencio, haciendo dejación de funciones y eludiendo su responsabilidad frente a la ciudadanía, negando que la manipulación climática exista y desacreditando públicamente a quien públicamente lo denuncia. Y es obvio también que ha habido una poderosa estrategia para dirigir el lenguaje, induciendo el uso términos exóticos que nadie entiende, con el fin de controlar el tópico e impedir el debate público para preventivamente impedir toda acción reacción social y consecuentemente el control parlamentario del tema. Es la pescadilla que se muerde la cola. El resultado en la práctica ha supuesto perder una década, al menos, en términos de divulgación, para que la sociedad pudiera organizar su defensa. Tiempo que necesitaron los manipuladores del clima para consolidar sus pretensiones y organizar la "gobernanza" de sus actividades delictivas fuera de todo marco legal, nacional e internacional.


CIENTÍFICOS SOCIALES, CIENTÍFICOS FÍSICOS Y SOCIEDAD CIVIL

Desde el inicio de las jornadas, se apreciaron claramente dos grupos de científicos, los físicos y los sociales. Entre los primeros estaban aquéllos que desde hace décadas trabajan en fórmulas de control climático, - en su origen desarrolladas como arma de uso militar prohibidas por el Convenio ENMOD de Naciones Unidas en 1977 por su poder devastador – pero que insisten en que nunca se pondrán en práctica por el riesgo potencial que suponen para el planeta, negando que se hayan experimentado en la práctica. Y aquéllos que insisten en que es urgente pasar a la práctica sin más dilaciones debido al cambio climático y a que las medidas de mitigación no funcionan. Nombres como Alan Robock, Ken Caldeira y Clive Hamilton pretendían dar altura a un debate nulo en el que por la mayor parte el sentido común y la responsabilidad social eran más una pose mal simulada que una realidad.

En suma, los dos grupos coinciden en que la cosa no pasa de teorías, hipótesis y simulaciones matemáticas por ordenador. Pero a los unos no les importa gastar tiempo y dinero, público y privado, en desarrollar tecnologías que según ellos nunca se emplearán dada su peligrosidad. Y a los otros tampoco les importa que no habiéndose supuestamente experimentado en la práctica, se pongan en marcha tecnologías de manipulación climática de las que ignoran las consecuencias puesto que la atmósfera no es un laboratorio cerrado en el que se controlan todas las variables. Los dos grupos de científicos quedaron en evidencia cuando un biólogo de Pakistán les preguntó si habían investigado el impacto de estas tecnologías para la vida en el planeta y para las personas. El silencio fue la respuesta más aterradora que cabía esperar.

Por su parte los científicos sociales lanzaron una verdadera ofensiva para constituirse en intermediarios entre la sociedad civil y los científicos físicos, algo que no parece gustar demasiado a estos últimos que ven amenazada su hegemonía sobre el tema y que afirman no necesitar intermediarios. Los científicos sociales a su vez presentan estudios sobre un debate público inexistente con muestras de ¡15 personas! utilizando fórmulas de marketing y cuya fiabilidad cuestionamos desde Guardacielos y Skyguards abiertamente. Ya que, como dijimos, el debate público no existe y el resultado de su trabajo se concreta en la elaboración de perfiles sociales que sin duda serán bien utilizados por los promotores de la geoingeniería para estudiar la mejor forma de acabar con la resistencia social a este tipo de actividades.

Algunos cerebros de la Universidad de Oxford tras sus famosos "Cinco Principios de Oxford" llegaron incluso a proponer la firma del "manifiesto de Berlín" para actuar en nombre de la sociedad civil dada la urgencia de la situación y la falta de tiempo para abrir un debate público. En resumidas cuentas, todo por el pueblo pero sin el pueblo. Uno se pregunta qué harían los unos y los otros en la vida si no estuvieran mamando de la gocha del cambio climático.


GOBERNANZA DE LA GEOINGENIERÍA

En cuanto al tema de la gobernanza de la manipulación climática, a pesar de que se considera importante controlar la tecnología por tener su aplicación un impacto transfronterizo, se reivindica la aplicación del Protocolo de Londres que prevé la libertad de investigación... Y se llega a la conclusión de que cuantos más países se pongan de acuerdo más legitimidad tendrán las acciones de geoingeniería, pero vista la dificultad de llegar a consensos amplios se propone pasar a la acción incluso con un grupo reducido de países. Es decir, los países que llevan años en el mismo saco experimentando a cielo abierto. En consecuencia, entre amigos, se ve más probable la modificación de los actuales tratados que la elaboración de un nuevo tratado.


ALGUNOS REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL

Los representantes de la sociedad civil invitados como ponentes fueron contados: Third World Network, Grupo ETC, RALLT, y Biofuelwatch. La ausencia en este debate de grupos tradicionalmente valedores del medio ambiente como Greenpeace y Ecologistas en Acción pesaba como una losa. Algún día deberán explicar las razones de su convergencia con el lado oportunista del cambio climático más cerca de los intereses políticos, militares e industriales que de la sociedad. Se entiende que fuera de ese bloque no hay financiación posible pero uno debe tener las prioridades claras cuando se dedica a temas tan importantes como la defensa del medio ambiente por su impacto en la salud pública. Es alarmante que prefieran perder miles de apoyos en el mundo por esta su escandalosa falta de implicación en los temas de la geoingeniería.

Biofuelwatch alertó de que se está persistiendo en el conveniente error de hacer creer que el biofuel no genera CO2 y denuncia que se le están privando a las gentes de los países pobres de tierras de cultivo necesarias para su supervivencia por este tipo de prácticas y experimentos como el biochar. Los demás relataron experimentos en Filipinas, Canadá y Galápagos (Ecuador) de geoingeniería marina, por parte de empresas australianas, conocida como fertilización de los océanos con óxido de hierro entre otros, cuyo fin sería la alteración de la química marina para que absorba el carbono atmosférico. A raíz de este hecho incalificable Ecuador inició una campaña internacional para impedir este tipo de experimentos en sus mares y modificó su Carta Magna para incluir en ella los Derechos de la Tierra. A pesar de ello las imágenes satélite les mostraron que los experimentos continuaron.

Estas prácticas a pesar de estar prohibidas por el Protocolo de Londres se llevan a cabo en nombre de la investigación permitida por el mismo Protocolo. Y se resaltó el hecho de que las empresas de países ricos escogen países pobres para realizar sus experimentos aún teniendo ellos la posibilidad de realizarlos en sus países de origen. Las asociaciones coinciden en que estos experimentos se llevaron a cabo sin el conocimiento ni el consentimiento de gobiernos y población. Pero a pesar de este precedente ninguna de ellas habló de la geoingeniería atmosférica como la Gestión de la Radiación Solar o la dispersión de óxidos metálicos en la atmósfera y troposfera que está teniendo lugar a nivel global porque ¡no creen que esto pueda suceder! Así pues de no haber sido por un pequeño grupo de activistas contra la geoingeniería, llegados del Reino Unido, Austria y España, el evento habría concluido sin pena ni gloria pareciéndose más a una reunión entre clubes de futbol que a un debate serio sobre un tema global de extrema gravedad. En ese grupo estaban representadas las plataformas cívicas Guardacielos y Skyguards cuyas intervenciones en defensa de la sociedad civil marcaron la diferencia en muchas sesiones.


LOS GRUPOS OPOSITORES SE ENFRENTA A LOS GEOINGENIEROS

Que la sociedad civil no necesita intermediarios para hablar con los científicos lo dejó patente la Portavoz de las citadas plataformas a lo largo del evento, y más específicamente cuando un físico inglés inició su intervención en una mesa redonda afirmando que ellos tenían la legitimidad de la decisión en este tema porque estaban pagados con fondos públicos. Josefina Fraile le respondió que en realidad estaban siendo pagados sobre todo con fondos corporativos y que esa era razón suficiente para desconfiar de ellos. Que estamos en una democracia y que en una democracia la legitimidad la tienen los ciudadanos que eligen a sus representantes mediante procesos electorales. Que esos representantes tienen hoy día la misma nula credibilidad que los científicos al servicio de los mismos intereses y que niegan que esto exista y se esté llevando a cabo. Que cuando este debate sobre la geoingeniería salga del mundo académico y llegue a la opinión pública, la sociedad civil se opondrá a semejante despropósito pidiendo responsabilidades legales a todos ellos. Que la ciencia debe estar al servicio de la sociedad y no de las corporaciones. Y que no se puede seguir, a estas alturas, con patrones de comunicación de arriba abajo para "educar" a la sociedad cuando lo que se pretende es adoctrinarla. Que los científicos tienen que preguntarle a la sociedad qué mundo quieren para ellos y sus hijos y que en base a ello deben basar sus investigaciones.

El lobby de la urgencia de la "intervención en abierto" se dejaba sentir en todas las sesiones, con la misma insistencia y persistencia que el lobby nuclear, no en vano comparten raíces, objetivos y recursos. El profesor Mojib Latif fue la voz sensata y clara del mundo académico. Amigo de pocas palabras, pero certeras como dardos en el blanco de la diana, dijo que la geoingeniería era una propuesta peligrosa con una duración limitada en el tiempo y que podíamos y debíamos olvidarnos de ella. Afirmó que dicha propuesta no dejaba de ser un parche de 25 años para combatir los síntomas de una enfermedad ya que no combatía la enfermedad. Si el problema es el CO2 en un lapso de 20 años la sociedad puede pasar a un modo de producción y consumo distinto, con tecnologías y energías renovables, haciendo innecesario manipular el sistema climático natural con los riesgos que conlleva para la supervivencia del planeta.


LOS ACTIVISTAS CONTRA LA GEOINGENIERÍA LOGRAN ESPACIO FUERA DEL PROGRAMA PARA EXPONER SUS PREOCUPACIONES

El equilibrio de fuerzas era desproporcionado pero los seis activistas contra la geoingeniería en el evento quisimos contrarrestar el poderoso lobby de los promotores proponiendo a la organización que se nos facilitara un espacio en el que celebrar una sesión para exponer otros puntos de vista, a lo que se accedió sin problemas.

Con el título de Teoría y Evidencias de los Actuales Programas de Fumigación Atmosférica con Aerosoles se pretendía exponer la preocupación de la sociedad frente a hechos consumados como la fumigación de sus cielos por aviones sin identificar y mostrar las evidencias de ello, contrariamente a lo expuesto por la ponente Susanne Dröge quien afirmó que la Unión Europea desgraciadamente no se posicionaba en el tema de la geoingeniería.

En esta sesión imprevista se sacó a colación un tema tabú en cada una de las sesiones. La inversión de la ley causa efecto y el hecho de que la geoingeniería haya pasado de ser un experimento de simulación matemática por ordenador a ser un experimento real en el laboratorio abierto de la tierra provocando el cambio climático por intereses varios del entramado político-militar-industrial. Y todo ello, sin conocimiento ni consentimiento de la ciudadanía, al margen de todo marco legal, y en el desprecio más absoluto del principio de precaución, varias veces citado en las sesiones.

Dada la nula publicidad de la sesión y el horario (se hizo durante la comida) la afluencia de público fue reducida pero aún así se contabilizaron16 personas, casi el doble que en otras sesiones oficiales. Entre los asistentes estaba el Sr. Caldeira que abandonó la sala tras unos minutos de escucha.
Tras las espontáneas pero bien traídas intervenciones de los participantes del Reino Unido, la portavoz de Guardacielos y Skyguards expuso la iniciativa que llevó a cabo ante el Parlamento Europeo para exponer ante la máxima autoridad democrática en la Unión Europea las preocupaciones de la sociedad civil sobre este grave asunto, los días 8 y 9 de Abril de 2013, tras la cual se presentó una petición formal para la investigación independiente de los hechos expuestos que ha sido admitida a trámite.

También se informó de que en esta línea, el gobierno regional del condado de Shasta, en Redding, California, aprobó una moción por unanimidad presentada por la sociedad civil contra la geoingeniería para que igualmente se investiguen sus denuncias. En la audiencia multitudinaria en la que Skyguards tuvo el honor de estar, participaron como expertos testimoniales, expilotos y metereólogos militares, biólogos, médicos, agricultores, enfermos "colaterales", etc.

Se finalizó la intervención con alusión al Manifiesto contra la geoingeniería presentado por Skyguards. Como dato anecdótico las 200 chapas que se dejaron en la mesa de documentación diciendo no a la geoingeniería fueron bien recibidas, incluso los geoingenieros se las llevaron de recuerdo.


ALGUNOS DE LOS MEJORES Y PEORES COMENTARIOS DE LOS PARTICIPANTES

Las sesiones, con demasiados ponentes en intervenciones de 10 minutos en muchos casos, no propiciaban el debate por falta de tiempo, sino más bien un rosario de afirmaciones procedentes de los cuatro campos de juego que se habían perfilado a lo largo de los cuatro días. Se incluyen algunas de las más llamativas:

La agenda detrás de la geoingeniería no tiene nada que ver con la ciencia. Tiene que ver con asuntos políticos y financieros. (participante de Africa)

No podemos tomar decisiones basadas en modelaciones matemáticas por ordenador. (Abogado americano)

Se gastan miles de millones en diseñar las palabras y el debate público, porque quien controla las palabras controla el tópico. (Klaus Töpfer, ex-político alemán)

Se está presionando para pasar a la acción con el fin de salvar vidas y propiedades... pero nunca se toman buenas decisiones bajo presión, miedo o la desesperación.

Solo los países ricos hablan de geoingeniería, blancos, ricos y tecno obsesionados.

¿Se ha tenido en cuenta la opinión de las religiones del mundo en la elaboración de estas políticas? (sin respuesta) - Tuvimos la oportunidad de hablar con este científico americano sobre la inmunidad de los científicos frente a la responsabilidad social de sus investigaciones. Parecen situarse en un limbo legal en el que tienen licencia para destruir la vida misma sin que nada les ocurra y nadie les cuestione. Y le planteamos la creación de un tribunal internacional de seguimiento de la ciencia con competencias para juzgar a científicos que trabajan en proyectos que a todas luces constituyen crímenes contra la humanidad. Algo con lo que estuvo de acuerdo.

También hubo una larga sarta de afirmaciones, como poco preocupantes. Una de ellas fue la propuesta de considerar la geoingeniería como un derecho humano. Y otra, la de un futurólogo ¡consejero de gobiernos e instituciones! que afirmó que nosotros no somos tan peligrosos para el planeta como el planeta lo es para nosotros. Y que éste ha emergido de las peores situaciones. No importa lo que le hagamos, siempre sobrevivirá... - Todo comentario sería superfluo.


VALORACIÓN DEL EVENTO

Este evento cojeaba demasiado del lado oficialista del cambio climático, partiendo de tesis consolidadas que nadie puso en duda. Consideramos que es muy difícil organizar algo semejante atendiendo a las distintas ópticas de un tema tan complejo pero habría sido deseable la presencia de científicos que disintiesen de las tesis oficiales sobre cambio climático y que son marginados en el seno del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC). Los científicos presentes no explicaron cómo se pasó del tópico del calentamiento global al de cambio climático ni por qué. No hubo científicos climáticos que explicaran las terribles consecuencias de intervenir en los sistemas climáticos del planeta. No hubo científicos solares que explicasen a la audiencia que es el sol el que determina el clima del planeta y no el CO2.

En consecuencia controlar el sol es controlar el clima. Quizás eso explique por qué en los esquemas de geoingeniería prevalece la propuesta de gestión de la radiación solar y no la reducción del CO2 antropogénico. No hubo ninguna ponencia que explicara con cifras al apoyo el desarrollo de la industria del cambio climático, quienes se benefician y quienes no, del gigantesco presupuesto global.

Nadie habló de las múltiples empresas que ofrecen servicios de modificación climática en el mundo, ni cómo han llegado a ofrecer esos servicios finales al mercado si no ha habido fases experimentales de ingeniería climática en el mundo. Tampoco hubo nadie que centrara su atención en los ganadores y los perdedores de la implantación de las tecnologías de control climático. Y por último hubiera sido deseable que se hubiera dado el espacio que merece la investigación militar sobre técnicas de manipulación climática desde hace más de 60 años, sus pruebas en la práctica y su impacto en el sistema climático. Solo un ponente hizo alusión a Popeye, Gromet y Argus. Nadie aludió a un informe clave en 1996 de las Fuerzas Aéreas Americanas "Poseyendo el Clima para 2025".

Desde el punto de vista logístico hubiera sido deseable tener una pasarela más reducida de ponentes, más espacio de debate y una distribución secuencial de las ponencias y no paralela, de forma que nadie se perdiese ninguna intervención sobre un tema tan importante. Sobraron las ponencias de estilo y la presencia de ciertos personajes futurólogos.

Globalmente ha sido un buen evento con espacio para la mejora en el futuro. Cabiendo destacar la calidad general de los moderadores de las sesiones que hicieron muy bien su trabajo llegando incluso a pedir respeto por las opiniones divergentes cuando fue necesario. El servicio de atención al participante y de catering del Hotel Scandic fue excelente.

La valoración global del evento para nosotros ha sido muy positiva. Nos ha permitido reivindicar el espacio que nos corresponde como sociedad civil y que había sido usurpado por los científicos sociales de universidades que tradicionalmente llevan décadas trabajando en fórmulas de manipulación climática. Y nos ha permitido hablar directamente con los geoingenieros para decirles en persona lo que pensamos y esperamos de ellos.

Fuente:  http://www.eldiadezamora.es/index.php/component/content/article/1-noticias/19041-ingenieros-del-clima-en-berlin-golpe-de-estado-a-la-democracia-global

martes, 9 de septiembre de 2014

EL CAMBIO CLIMÁTICO COSTARÁ A EUROPA HASTA 190000 MILLONES AL AÑO

LA MODIFICACIÓN CLIMÁTICA COSTARÁ A EUROPA HASTA 190000 MILLONES AL AÑO...



Si no se toman medidas para contener el cambio climático, sus impactos negativos costarán en el último cuarto de este siglo a la UE un 1,8% de su PIB como mínimo, 190.000 millones de euros al año (una quinta parte del PIB español actual). La temperatura media del planeta habrá subido entonces 3,5 grados centígrados, siempre en el escenario de que no se limiten en suficiente medida las emisiones de gases de efecto invernadero. En el caso de que el calentamiento global se estabilizara en dos grados sobre los registros de la época preindustrial (desde entonces la temperatura media ha subido 0,8 grados), el coste de los impactos sería de unos 120.000 millones de euros (un 1,2% del PIB europeo). 

Estos son los resultados de un nuevo informe del Centro Común de Investigación (JRC, en sus siglas en inglés) de la UE que analiza los impactos del calentamiento en nueve sectores: agricultura, energía, inundaciones fluviales, sequías, incendios forestales, infraestructuras de transporte, costas, turismo y salud humana.

"No actuar es, claramente, la opción más cara de todas", ha declarado Connie Hedegaard, comisaria europea de Acción para el Clima. "¿Por qué pagar por los daños cuando podemos invertir en reducir los impactos del clima y hacernos competitivos en una economía baja en carbono?".

El mayor peso de los efectos económicos negativos recaerá en el sur y el centro-sur de Europa, frente al norte, que saldrá relativamente indemne, mientras que el centro-norte tendrá una incidencia media. En concreto, el coste en términos de PIB sería de 0,2% en el norte de Europa y de un 3% en el sur y en centro meridional, con una estimación de 74.000 millones y 58.000 millones, respectivamente. Los daños en estas dos áreas dan cuenta del 70% de los daños de toda la UE en términos monetarios, señala el JRC.

En el escenario de contención de los gases de efecto invernadero para no superar los dos grados de aumento (el nivel que los científicos aconsejan no superar para evitar daños mayores del calentamiento) no solo se reducen, para finales de siglo, los riesgos de los impactos fundamentales derivados del cambio climático. Para Europa, en concreto, tendría un beneficio tangible porque, para no sobrepasar los dos grados, se habrán tomado medidas energéticas que se traducirán en una reducción considerable de las importaciones de combustibles. Y las diferencias de los impactos entre ambas perspectivas (3,5 grados o 2 grados) se amplifican con el correr del tiempo hacia el próximo siglo.

Para este estudio se han distribuido 24 países de la UE en cinco regiones: Europa del Norte (Suecia, Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia y Dinamarca); Gran Bretaña e Irlanda; Europa Central meridional (Francia, Austria, República checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Rumanía); sur de Europa (Portugal, España, Italia, Grecia y Bulgaria). Luxemburgo, Malta y Chipre quedan excluidos porque sus economías son demasiado pequeñas para ser introducidas en los modelos.

Los impactos del calentamiento en los sectores analizados son:

Agricultura. En el escenario de incremento de la temperatura de 3,5 grados, las cosechas en la UE en conjunto caerían alrededor de un 10%, sobre todo debido al 20% de reducción en el Sur. Sin embargo, en el escenario de dos grados, la agricultura no resulta especialmente afectada. Las adaptaciones tecnológicas podrían incrementar las cosechas, indican los expertos, “excepto en la Península Ibérica”.

Energía. La demanda energética, en el escenario de 3,5 grados, cae en la UE un 13%, sobre todo debido al menos consumo en calefacción. Pero en el Sur del continente, aumentará casi un 8% por el incremento del uso del aire acondicionado. Si el calentamiento se queda en dos grados, el consumo energético comunitario disminuye en un 7%.

Inundaciones por riadas. Los daños por este factor pueden llegar a duplicarse a final de siglo, con un coste anual de 11.000 millones de euros, con Reino unido, Irlanda y las regiones de Europa central meridional como las más afectadas. El número de personas afectadas se duplicaría, alcanzando los 290.000. En el escenario de dos grados, los daños son algo menores. Pero en este caso, los científicos advierten que las incertidumbres de sus proyecciones de futuro son altas debido a que también lo son las precipitaciones extremas en los modelos climáticos.

Sequía. Debido al cambio climático, las sequías pueden ser más intensas y persistentes en muchas partes del continente, excepto en el norte y en el noreste, y con especial incidencia en el sur, donde se concentrará el 60% de las regiones afectadas.

Incendios forestales. El sur de Europa, de nuevo, sufrirá especialmente este impacto: con 3,5 grados de calentamiento, las áreas quemadas pueden duplicarse, alcanzando las 800.000 hectáreas, mientras que el efecto se reduce a la mitad en el caso de los dos grados.

Infraestructuras de transporte. El estudio del JRC se limita al transporte terrestre y señala que los daños en sus infraestructuras debido a precipitaciones extremas pueden aumentar en un 50% hasta un coste anual de unos 930 millones de euros, que se reduce a 70 millones en el escenario de dos grados.

Costas. Los mayores daños en las costas se esperan en la región del centro septentrional del continente, con daños estimados de unos 9.000 millones al año.

Turismo. Los efectos sobre el turismo de los dos escenarios (sin tomar medidas de contención y alcanzando los 3,5 grados y con dos grados) son muy similares, con una caída de 15.000 millones al año. En el sur de Europa, la reducción sería de 7.000 millones en el caso del mayor calentamiento y de 5.000 millones en el de dos grados.

Salud. El informe considera los impactos directos (fallecimientos por olas de calor y enfermedades respiratorias, cardiovasculares y renales) así como indirectos asociados a la alimentación y el agua (salmonelosis, por ejemplo). La mortalidad anual puede más que duplicarse, con 100.000 muertos más al año, sobre todo en Europa central y meridional.


ALICANTE VIVE UNA SEQUÍA "HISTÓRICA" Y "SAHARIANA", SEGÚN LOS EXPERTOS



El Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante ha calificado de "histórica" y "sahariana" la sequía que sufre la provincia alicantina desde comienzos de año. Entre los meses de enero y abril apenas se han recogido siete litros por metro cuadrado.
 
Se trata de la cifra más baja desde que se tienen datos y supone la mitad de lo que se registró en 1893, año que hasta el momento ostentaba el récord de sequía, con 13 litros por metro cuadrado entre enero y abril.
 
El director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante y catedrático de Análisis Geográfico, Jorge Olcina, ha explicado que la situación "empieza a ser preocupante" porque "nunca habíamos tenido un comienzo de año con tan escasa lluvia" y ha señalado que las cifras, siete litros recogidos en Alicante y tres en El Campello, "no son normales, porque no teníamos referencia histórica con años tan duros como éste".
 
Según los datos del Laboratorio, las lluvias han sido un 90 por ciento menores a lo normal y dan registros "saharianos" en los que Torrevieja es la ciudad que más lluvia ha recibido con 23 litros, seguida de La Vila Joiosa y Agost (16), Crevillent (14), Elche y Novelda (13), Mutxamel (10), Sant Vicent del Raspeig (9), Calpe (8,6) y El Campello 3,8 litros por metro cuadrado.

 

Borrascas secas

Olcina ha detallado que se ha llegado a esta situación porque "ha habido un invierno con muchas borrascas del Atlántico que ha dejado mucha lluvia en el centro y el oeste peninsular" pero que llegan al Mediterráneo "secas y no dejan precipitaciones". Además, ha indicado que se han producido episodios de viento de poniente que "refuerzan la evaporación y la sensación de sequedad".
 
Una evolución meteorológica que ha ido aparejada a que "desde el pasado verano no hemos tenido una buena situación de Levante. Con vientos desde el mar que puedan dejar precipitaciones y eso está condicionando todo el año hidrológico", que está afectando "al litoral mediterráneo en especial a la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. Aunque en el conjunto de España, el mes de abril ha sido bastante seco y de momento no se están produciendo precipitaciones, porque estas sequías empiezan aquí y se prolongan al centro peninsular".
 
Desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina ha puntualizado que "todavía tenemos reservas para abastecimiento urbano", aunque para los cultivos de secano la situación será distinta si no llueve y el riesgo de incendios forestales es "elevadísimo".
 
"Vamos a ver como evoluciona la situación, aunque de momento es bastante preocupante para el sureste peninsular", ha anunciado Olcina, que ha recordado que los meses de lluvia "son mayo y algo de junio porque luego viene el verano y lo normal es que no llueva. De modo que el año hidrológico puede cerrar con datos de récord de poca lluvia".
 
No obstante, el catedrático ha advertido de que en septiembre se puede dar una situación de "gota fría" que "a veces suele ocurrir que caen 200 litros de golpe, pero de momento el invierno muy seco, como la primavera".

LOS ESTRAGOS DE LA SEQUÍA AVANZAN DESDE ALICANTE HACIA EL NORTE

 


La agonía que vive el campo valenciano se agrava. “O empieza a llover en abundancia o a partir de octubre habrá cortes de agua en el regadío”, avisa el director del Observatorio Climatológico de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina. 

La sequía lleva asentada en territorio alicantino casi un año y se extiende hacia el resto de la Comunidad Valenciana. Requiere para su alivio de al menos 150 litros de lluvia por metro cuadrado (l/m²) de aquí al próximo otoño, explica el experto.

Los embalses de Alicante están bajo mínimos, los agricultores de la Comunidad Valenciana hablan de pérdidas entorno a los 300 millones y dibujan una estampa de campos agrietados y cosechas malogradas en todo el territorio. No se recuerda una situación tan desastrosa desde la primera mitad del siglo XX y, desde luego, en los registros que obtienen en el Observatorio de la UA nunca se había visto tan poca agua caída del cielo.

Entre septiembre y noviembre, un ciclo más lluvioso, no basta con que caigan entre 30 y 50 l/m². Olcina apunta a la necesidad de varios episodios de lluvia que traigan un total de 150 l/m², una cantidad muy considerable de agua. Para hacerse una idea, es la misma que cayó en un solo día a finales de septiembre de 2009 desbordando el Júcar y ofreciendo imágenes de calles inundadas en Castellón y barrios anegados en Burriana (Castellón).

Los agricultores, que criticaron el pasado jueves que el Consell esté de vacaciones pese al veto ruso —cuyas pérdidas en el campo valenciano las valoran en 138 millones— y la acuciante sequía, piden medidas urgentes. Las plantaciones de secano ya se perdieron. Y las de regadío andan en serios problemas, como viene recordando la asociación agrícola ASAJA todo el verano.

En la provincia de Valencia, una treintena de comunidades de regantes se ha visto afectada por una restricción de suministro de sus pozos de entre un 20 y un 85%. Solo en el municipio de Godelleta, en la Hoya de Buñol, están al 10% de su capacidad. En la mancomunidad de El Marquesat —conformada por las localidades de Llombai, Catadau, Alfarp— a principios de verano se secó uno de los pozos y la capacidad de riego raspa el 40%.

La mancha de la sequía lleva tiempo creciendo de sur a norte. Los datos del Observatorio para la provincia de Alicante, donde no llueve en condiciones desde el pasado otoño (las tormentas de este fin de semana han sido puntuales) arrojan números extremos y la colocan entre las regiones habitadas más secas del planeta, con registros similares al Sahel (Nigeria) o el desierto de Atacama (Chile).

Solo Alicante ha recibido 20 l/m2 desde enero. En poblaciones como El Campello la situación es más que desértica, tan solo 5,6 litros de agua en ocho meses. Es el municipio español con menos agua. El río Seco, el nombre que adquiere el Monnegre a su paso por el pueblo por su inexistente caudal, es toda una metáfora de la situación actual del lugar.

 

Ecosistema


Al igual que las comarcas del Vinalopó y L’Alacantí, La Marina Baixa también se benefició en julio del trasvase Júcar-Vinalopó, pero el estado de su acuífero sigue siendo “preocupante” como en las otras comarcas, señala Olcina sobre la salobridad progresiva de esta veta de agua subterránea. Se han dado casos incluso, según publica el medio local La Marina Plaza, de urbanizaciones de lujo de la zona que bebían del acuífero hasta que la Dirección General de Salud Pública calificó el agua como no apta para bebida y preparado de alimentos en grupos de población sensible.

La inexistencia de lluvia está afectando además al ecosistema. La ola de poniente sufrida la semana pasada no solo convirtió el seco monte en gasolina, sino que fue un golpe de calor excesivo para peces como el mújol. Solo en los humedales de Calpe, Santa Pola o los embalses de Elche aparecieron más de 30 toneladas de estos peces que murieron ávidos de oxígeno y hartos de sal.

 

Gota fría en el horizonte


Actualmente, en la Comunidad Valenciana se da uno de los dos condicionantes que desatan un episodio de agua fría. “El mar está a 28 grados, ése es uno. Falta una bolsa de aire frío sobre las nubes y en breve podría ocurrir”, avisa el director del Observatorio Climatológico de la UA, Jorge Olcina.

Además, “por estadística toca”, advierte el científico. En 2011, tocó a Murcia y Almería y la Comunidad Valenciana se salvó. Sin embargo, las posibilidades de que el fenómeno se produzca son cada vez más altas. Quizás por el cambio climático, el anticiclón subtropical africano se desplaza hacia el norte, extremando más los climas como el valenciano y convirtiendo un fenómeno exclusivo de los meses de septiembre y octubre en algo que puede ocurrir también en julio y agosto. “Bien a finales de este mes o en septiembre podría darse un episodio”, apunta Olcina.

Este pasado fin de semana hubo lluvias intensas sobre todo al norte de la provincia de Alicante y al sur de la valenciana. En la localidad de Pego se llegaron a recoger 58 litros por metro cuadrado. Pero a pesar de las precipitaciones. La consejería de Gobernación y Justicia, a través del Centro de Coordinación de Emergencias (CCE), mantuvo ayer el nivel 3 de preemergencia, lo que significa riesgo extremo de incendios forestales, en toda la Comunidad Valenciana como medida de prevención de incendios. Esta medida implica la prohibición de encender cualquier tipo de fuego, incluso en las zonas recreativas autorizadas y habilitadas al efecto.

Este verano, además, ha sido muy peculiar. Apenas ha llovido pero en Xixona o Villena (Alicante) ha caído granizo. El incendio que comenzó en Bocairent (Valencia) y alcanzó Alcoi (Alicante) quemando 22 hectáreas fue provocado por una tormenta seca, nubes que no sueltan agua pero sí rayos.


NUNCA LLOVIÓ TAN POCO EN ALICANTE




Los almendros de Orihuela están siendo arrancados. No han florecido este año. Los que siguen en pie se yerguen negros, secos, desnudos. Parecen víctimas de un incendio.
No ha sido el fuego el culpable de semejante descalabro. Ha sido la sequía. Una sequía subsahariana y cruel que se ha llevado por delante 182.000 almendros. El poeta Miguel Hernández, héroe y faro de Orihuela, tendría que haber hecho virguerías para reeditar, en estos días, los maravillosos versos que dedicó a estos almendros.
Los datos del desastre los ofrece la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA). Y la Agencia Española de Meteorología completa el panorama: gran parte del sur de la provincia de Alicante acumula lluvias por debajo de los cien litros por metro cuadrado en los últimos 365 días. En la capital, que cuenta con series históricas que se remontan a dos siglos, no se registraba una situación así de dramática desde 1857: 69,8 litros por metro cuadrado (cuando su media anual es de 336), el dato más bajo este año de la red de estaciones de la España peninsular. Este registro histórico, y tremendo, tiene consecuencias devastadoras para el campo. Y sobre todo, para los cultivos de secano, como el del almendro.

Alicante ha rebajado en 20 litros el récord negativo de Murcia, que en 1945 acreditó 89 litros por metro cuadrado
Daniel Martínez, veterano agricultor de 67 años, se ajusta la gorra azul bajo un calor de sofoco. Son las doce del mediodía, jueves, y en Torremendo, pedanía de Orihuela, el sol no ofrece respiro. “Aquí llevamos 17 meses sin ver llover”, dice, serenamente desesperado. “Esta es la sequía más grande que he visto en mi vida”.
Un campo de olivos y palmeras en Elche, el jueves 4 de septiembre. / Joaquín de Haro
Agricultor desde que tiene uso de razón, Martínez lleva toda su existencia dedicado al campo. De los 7.000 almendros que tiene en su finca ya ha tenido que arrancar 500. Con los demás, está a la espera de ver qué pasa; a ver si llueve, a ver si llueven ayudas, a ver si llueve un milagro.
Tres jornaleros recogen la leña de almendros recién arrancados en una finca a las afueras del pueblo. Lanzan los troncos y ramas a una camioneta azul, depositaria de los restos de este naufragio en tierra firme y seca. La leña del almendro es buena para las barbacoas, eso se dice; da buena brasa, vaya un consuelo. Árboles que pueden llegar a ser centenarios, cuya vida fértil puede ser de 40 a 60 años, arrancados y reducidos a material con potencial dominguero.


Desde esta finca yerma y amarilla, plagada de agujeros cubiertos por almendros cercenados, se divisan las aguas azules turquesa del embalse de La Pedrera. El pantano está que rebosa, aquí está la paradoja: solo las parcelas de regadío pueden recibir estas aguas que alimentan a campos de Murcia y Alicante; no se pueden ampliar los cupos, hay que administrar ese bien escaso que es el agua. “No es año de sequía fluvial, es año de sequía meteorológica”, señala en conversación telefónica Antonio Gil Olcina, catedrático emérito de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante. Este rector honorario de 71 años, que durante 30 impartió clases sobre climatología, explica que las lluvias de origen atlántico son las que han permitido nutrir los embalses. Los ríos han traído el agua de esas precipitaciones hasta esta fachada este de la Península, tan castigada por la falta de lluvias. “La sequía está teniendo un impacto demoledor en los cultivos de secano”, certifica Gil Olcina.
El responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, ahonda en el análisis. Dice que el sureste peninsular, en años como este, está recibiendo menos lluvias que zonas desérticas como el Sahel, Nigeria. “Es una situación histórica”, señala: Alicante ha batido el récord que ostentaba Murcia, que en 1945 acreditó 89 litros por metro cuadrado. Ha rebajado el registro en casi veinte litros. “No ha entrado viento húmedo del mar y este es el factor principal”, explica Olcina. “Lo más anómalo es que apenas llueve desde el otoño de 2013. Hemos tenido un invierno y una primavera extremadamente secos”. El municipio de Campello, ilustra, apenas ha recibido 7 litros por metro cuadrado desde enero.
“Estamos viviendo de las rentas de lo que ha llovido en años pasados”, señala Olcina. Por eso no hay cortes de agua, ni se ven afectados abastecimientos urbanos y regadíos. Las desalinizadoras y el buen funcionamiento del trasvase Tajo-Segura, sostiene, están permitiendo salvar la situación. De momento.
La sequía no solo afecta a los agricultores. También la sufren los animales, el ecosistema. Más de treinta toneladas de peces muertos fueron retirados de humedales de Calpe, Santa Pola y Elche este verano. “Estoy pasando el peor año de mi vida”, dice apesadumbrado José María García, empleado del pantano de Santa Fe, uno de los espacios más afectados, un paraje natural privado en el que habitan más de 270 especies de aves además de anguilas, mújoles, carpas y lubinas. García, el hombre que se encarga de recorrer la parcela viendo cómo están los animales y cómo está el agua en esta finca ubicada en Santa Pola, está desolado ante las muertes de los mújoles. Como consecuencia de la sequía, los niveles de salinidad del agua se han vuelto insoportables para los peces. Les falta el oxígeno.
García, de 62 años, recorre con su todoterreno, a baja velocidad, los márgenes de las charcas. El sol cae, son las siete y media de la tarde, y los flamencos alzan el vuelo en medio de las cañas al escuchar el leve rugido del motor que se aproxima. 

“Las charcas están ahora muy vacías, la sequía está pudriendo el agua”, ilustra, con las manos bien agarradas al volante. La falta de agua hace que el barro emerja a la superficie, explica. Se forma un manto negruzco, el cieno, que pudre el agua y envenena a los animales. García está con la mosca detrás de la oreja. Dice que en los últimos días aprecia que hay patos roncadores que no vuelan. “Puede que estén enfermos”.
Antonio Serrano, propietario de esta finca de 360 hectáreas en la que se celebran unas 14 cacerías de patos al año, y donde también se pesca, se lamenta de la falta de agua. “Necesitamos que la Administración controle los sobrantes de agua, que dejen lo suficiente para que no se muera el pescado”. Serrano, que lleva en esta finca desde hace 41 años, dice que nunca vivió una situación como esta. “Esta sequía es terrible. Si no nos llega agua, las aves se irán”.
Los agricultores reclaman ayudas. No solo los cultivos de secano, como el del almendro, se han visto afectados. La alcachofa, la uva, los cítricos; los cultivos de regadío también sufren esta situación. 

“Los agricultores tienen miedo de plantar porque tendrán que comprar el doble de agua”, explica frente a un secarral cercano a la localidad alicantina de Redován Eladio Aniorte, presidente de ASAJA-Alicante. “Ese encarecimiento nos impide competir”. Este sindicato agrario estima que las pérdidas directas como consecuencia de la sequía son de más de cuarenta millones de euros en Alicante.
Desde el Ministerio de Agricultura se asegura que ya está en marcha una línea de avales, a escala nacional, por un valor de 40 millones de euros, para solucionar los problemas derivados de la sequía. Pero los afectados reclaman ayudas directas. “Esta sequía se vive con gran desesperación e impotencia”, dice Aniorte, de 71 años. “Los frutos y cultivos no están en su hábitat habitual: no pasan frío, no reciben el rocío; todo el rato, calor. Por eso, en vez de crecer, la planta se arruga. Las naranjas y los limones no cogen tamaño”.


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¿QUIÉN HACE CAJA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO?

¿QUIÉN HACE CAJA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO?

A este titular le tendríamos que agregar algunas palabras para que realmente esté completo...
¿QUIÉN HACE CAJA CON EL CAMBIO CLIMÁTICO MODIFICADO A TRAVÉS DE LA GEOINGENIERÍA? 


El año pasado un satélite de la Nasa registró en la Antártida 92,9º bajo cero. La segunda temperatura más baja de la historia. Incluso en los veranos marcianos, en sus polos, la climatología resulta más benigna. A la vez, el periodo que va de 1983 a 2012 el más cálido en 1.400 años, según las conclusiones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. En este mundo extremo, en el que la nieve cae como estalactitas y en el que la OCDE advierte de que casi la mitad de la población mundial vivirá en 2030 en condiciones graves de estrés hídrico, algunos se preparan para hacer (mucho) dinero.
El calentamiento global aumenta la posibilidad de padecer alergias, incrementa los déficits nutricionales, multiplica la exposición de la población a catástrofes ambientales y enfrenta a millones de seres humanos al desabastecimiento de agua y alimentos. Frente a esta situación, la industria actúa de dos formas: adaptándose o innovando. Y ambas pueden ser muy lucrativas. Por eso ante esta “nueva normalidad” algunos emprendedores han lanzado diseños innovadores como barreras contra tormentas marinas, islas y penínsulas artificiales o plantas desalinizadoras. El negocio lo abarca casi todo. Desde energías renovables (solar, eólica, marina) hasta sistemas para manipular el clima (geoingeniería).

El negocio abarca desde energías renovables hasta sistemas para manipular el clima. Pero al lado de quienes crean viven quienes, sencillamente, aprovechan las nuevas oportunidades. La previsible carestía de agua está provocando que cada vez más países e inversores acaparen tierras en África y Latinoamérica para asegurarse reservas acuíferas. La plataforma Land Matrix ya contabiliza 35,64 millones de hectáreas de tierras (casi cuatro veces el tamaño de Portugal) acaparadas en el mundo. Además, como señala el periodista McKenzie Funk, quien acaba de publicar Windfall (The Booming Business of Global Warming), “el deshielo en el Ártico abre paso a la explotación de las petroleras” y a nuevas rutas de navegación y comercio, lo cual, a la vez, podría avivar la tensión geopolítica entre los países de la zona.
Los expertos alertan además sobre los efectos de este fenómeno en la producción global de alimentos. “El cambio climático minará la producción mundial de alimentos, la convertirá en más imprevisible y veremos con mayor frecuencia periodos de escasez. La crisis alimenticia de 2008 es un buen ejemplo. Compañías como Cargil, que controla el negocio del grano, Monsanto [también habría que sumar a Bayer y Basf], primer fabricante de semillas genéticamente modificadas, o Yara, que domina el mercado de los fertilizantes, obtienen ya beneficios récord”, avisa Devlin Kuyek, experto de la ONG Grain. Y advierte: “El control de las multinacionales resulta cada vez más extremo”. Para lo discutible y para lo encomiable. En el sector del automóvil, los coches híbridos impulsados por General Motors, Honda, Ford y, sobre todo, Toyota sitúan a estos fabricantes como otros de los ganadores del calentamiento global.
La quiniela de vencedores incluye también a otras industrias. Giles Money, de la gestora Schroders, espera que “la industria de la iluminación por led [consume mucho menos que las luminarias tradicionales] crezca significativamente este año”. Habla, incluso, de un 30% para los próximos ejercicios y cita también al sector de la construcción, sobre todo en los mercados desarrollados, y al comercio electrónico, cuya baja huella de carbono, según Money, permite a los distribuidores mejores precios. Por su parte, Luciano Diana, gestor del fondo Pictet Clean Energy, abre la conversación con un recuerdo. “El mundo gasta de media el 8% de su riqueza en energía, pero dos terceras partes se pierden antes de llegar al usuario”, sostiene. Bajo estas condiciones, el gran beneficiado del cambio climático será la eficiencia energética. Y ahí estarán las compañías de gas natural comprimido y licuado, que es más barato y limpio que el petróleo o las empresas relacionadas con el ahorro de energía en la industria (Fanuc, Rockwell Automation o Delta Electronics).

Ante la previsible carestía de agua muchos inversores acaparan tierras en África y Latinoamérica para asegurarse reservas acuíferas
Son nombres que forman frases, que construyen párrafos que crean páginas que escriben la novela del negocio del cambio climático. Y en ella, los seguros y las empresas que manejan información meteorológica harán caja. Por eso, Monsanto adquirió el año pasado la firma Climate Corporation, que suscribe seguros meteorológicos para granjeros. La idea es vender información a los agricultores que emplean sus semillas modificadas genéticamente. Quien conozca el tiempo (una buena oportunidad de negocio, por cierto, para el operador español de satélites Hispasat) ganará millones. A esa carta también juegan los grandes del seguro como AON, AIG, Zurich, Swiss Re o Lloyd’s. Esta última ve la cuenta de resultados fuera. “El cambio climático tendrá más impacto en otras partes del mundo antes que en el Reino Unido. Al ser Lloyd’s una aseguradora global tenemos la responsabilidad de analizar estos impactos y asegurarnos de que todo, incluyendo precios y pólizas, va en consonancia con estos cambios”, indica Trevor Maynard, alto ejecutivo de Lloyd’s.
Ahora bien, una de las habilidades del capitalismo es su destreza para transformar un problema en un activo financiero con el que ganar dinero. Ya sea tangible, como el agua, o inasible como el dióxido de carbono. Aun así, para los inversores en el cambio climático la clave habita en el agua. Las emisiones de carbono son invisibles. Pero los glaciares que se derriten, el agua que se evapora o las lluvias que caen torrenciales son el auténtico rostro del cambio climático.
A partir de 2006, después de que Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos con Bill Clinton, presentara el documental Una verdad incómoda y que el deshielo en el ártico alcanzara en aquellos días su nivel récord, la industria financiera “reaccionó” a su manera. En solo dos años se lanzaron 15 fondos que invertían en agua y sus aledaños. En un suspiro reunieron 13.000 millones de dólares (9.492 millones de euros) y los grandes de la industria Goldman Sachs, UBS o Credit Suisse ficharon a analistas hídricos. Algo insólito. El agua iba a ser el petróleo de la nueva centuria, dijeron. En verdad, “una puerta abierta al hidrocolonialismo”, ironiza Gustavo Duch, coordinador de la revista Soberanía Alimentaria. De hecho, Goldman Sachs escribió en 2008: “A riesgo de ser alarmistas, vemos paralelismo con la economía maltusiana [Esa apocalíptica teoría que advierte de que no hay recursos para todos]. Globalmente, cada 20 años el consumo de agua se duplica”.
Con el paso del tiempo, los fondos han suavizado esa posición tan dramática. Y durante la crisis financiera algunos productos especializados en energías renovables y cambio climático sufrieron salida de capitales. DWS —gestora del Deutsche Bank— transformó su DWS Climate Change Fund por un más genérico DWS Invest Clean Tech, que gestiona algo más de nueve millones de euros.
Aun así, los analistas del banco privado Julius Baer estiman que solo en Suiza hay bajo gestión 50.000 millones de francos (40.900 millones de euros) en fondos asociados al calentamiento global. “Y han crecido” —afirma la entidad helvética— “más de un 30% anual durante los últimos cinco años”. Es más, el fondo que gestiona las pensiones danesas acaba de anunciar que invertirá 188 millones de euros en proyectos que luchen contra el cambio climático.

En Suiza hay 50.000 millones de francos invertidos en fondos asociados al calentamiento global
Al fin y al cabo, los estrategas financieros del mundo piensan de forma más sencilla de lo que creemos. Casi nada es compleja econometría, sino pura lógica. “No existe ningún sustituto del agua a ningún precio. Y no se puede fabricar”, narra, en el libro Windfall, John Dickerson, un antiguo analista de la CIA y fundador del fondo especializado en agua Summit Global Management. Bajo este escenario, el agua se siente huérfana —carece de una legislación que la proteja internacionalmente— y los inversores han puesto el ojo en ella. Uno de los resultados es un boyante negocio que mueve más de 300.000 millones de dólares (219.000 millones de euros) y cuyos beneficios se reflejan en los principales índices de Wall Street. En los últimos diez años —describe la gestora Fidelity— el S&P Global Water ha dado más dinero a los inversores que el petróleo, el gas o las materias primas. Incluso ha superado en rentabilidad al S&P 500, que agrupa a la crème de la crème de las grandes corporaciones estadounidenses.
A estas alturas del problema pocos dudan del potencial económico de la unión del hidrógeno y el oxígeno. “En algunos países existe un mercado para los derechos del agua, pero vemos poco valor ahí. Sin embargo, hay mucho por invertir en compañías activas en el ciclo del agua. Infraestructuras (diseño de plantas de tratamiento, válvulas, tuberías), reciclaje así como tecnologías relacionadas con este elemento (filtración, desinfección, control de la calidad)”, desgrana Jens Peers, jefe de Inversiones de la gestora Mirova. Aquí encajarían, por ejemplo, las españolas Abengoa o Gamesa. “Todo lo relacionado con el desarrollo de nuevas tecnologías bajas en carbono tiene potencial”, resume Peter Sweatman, director ejecutivo de la consultora Climate Strategy.

En los últimos 10 años el índice S&P Global Water ha dado a los inversores que el petróleo o el gas
Lejos de España, en las gélidas tierras de Islandia, cuando sus habitantes miran a su alrededor, saben que son dueños de un tesoro. Tienen 25.000 veces más agua per cápita que los Emiratos Árabes. Y el brillo de sus glaciares ha atraído a inversores daneses, kuwaitíes, ingleses, chinos. Todos con una misma idea: usar viejos buques petroleros para transportar el agua. El cambio climático les permite acceder a más líquido y a la vez el deshielo abre caminos antes bloqueados.
Este fenómeno suena como una sinfonía a oídos de las grandes petroleras. “Repsol está presente en el Ártico en línea con su estrategia de diversificación geográfica”, cuenta a través del correo electrónico la compañía. La topografía de su presencia se “limita” a Alaska. En este santuario natural cuenta con 93 bloques en el mar de Chukchi, 67 en Beaufort y 231 en la zona de North Slope. En total, 391. Aunque todavía ninguno se encuentre en producción, el año pasado la empresa añadió 46 nuevos bloques en North Slope. Una evidencia del potencial que avizoran. “Lo que hace Repsol allí, con su presencia, es garantizarse un lugar a la espera de que el cambio climático haga el negocio todavía más accesible”, señala Sara del Río, de Greenpeace.
Este es el porvenir, el presente transita algo más tranquilo. “No se han identificado riesgos físicos relacionados con el cambio climático tan potentes como para provocar una modificación sustancial de nuestras operaciones”. Así lo sostiene la firma de transportes UPS, uno de los futuribles beneficiados, junto a sus competidores (TNT, DHL, FedEx), del deshielo ártico al abrirse nuevas rutas.
Aunque quizá lo más preocupante sea que el calentamiento global no solo deja vencedores y vencidos en la economía sino también en la geopolítica. “En todos los análisis Rusia es un ganador del cambio climático. Su tundra será cultivable, el deshielo permitirá acceder con mayor facilidad a los recursos naturales y facilitará las líneas de transporte”, enumera Gonzalo Escribano, director del Programa de Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano. “Por el contrario España será uno de los perdedores. Habrá más presión desde el Sáhel por las hambrunas, y la subida del mar provocará que el litoral mediterráneo español se transforme en marismas y aumente el riesgo de malaria”.

La nueva ‘hipoteca basura’

“Si no se corrige el desequilibrio entre las inversiones en altos y bajos contenidos de carbono, los riesgos relacionados con el cambio climático podrían herir al sistema financiero mundial como lo hizo en 2008 la crisis de las hipotecas subprime”. Esta es la predicción de Julian Poulter, director del Asset Owners Disclosure Project, una organización que protege los fondos de pensiones de sus miembros de las consecuencias del calentamiento global. Esa declaración, hecha al periódico británico The Guardian, es un aviso a las grandes gestoras de fondos, y a su, hasta ahora, mirar hacia otro lado. Porque en la traslación entre cambio climático y finanzas queda demasiado por hacer. Básicamente porque el mercado de emisiones (donde se fija el precio de referencia del carbono) no termina de funcionar y no ayuda a que el sector productivo cumpla sus objetivos climáticos. 

Emitir una tonelada de dióxido de carbono cuesta unos seis euros. Menos que un menú en una casa de comidas. Cuando en teoría el sistema estaba diseñado para que los derechos de emisión oscilaran entre 25 y 30 euros. El parón económico en Europa ha provocado que las empresas tengan un exceso de oferta (la Administración les asigna un número determinado de derechos) e invertir en ahorro no compensa, porque la tonelada se vende muy barata. “La situación que vive el mercado del carbono [en 2013 cayó un 38% a nivel mundial] no permite tampoco crear productos de inversión atractivos. Y esto es un gran hándicap”, advierte José Luis Blasco, responsable de Cambio Climático y Sostenibilidad de KPMG. “Porque si pienso que el precio del CO2 va a subir puedo crear un swap o un futuro [productos financieros de alto riesgo y elevada rentabilidad] y que la gente invierta”.


martes, 29 de octubre de 2013

GEOINGENIERÍA: NOS FUMIGAN A DIARIO

El periódico VEGA MEDIA PRESS, uno de los periódicos más leídos de la región de Murcia, publicó el día 28 de octubre una nota basada en la Geoingeniería en la cual el murciano Alejandro Carrillo explicaba lo siguiente:


"No es la primera vez que trato de exponer este tema, pues ya en 2010 se publicó en este medio un articulo cuyo título rezaba: “¿Qué pasa en el cielo?” Aunque por aquel entonces era un tema relativamente “frio” y del que gran parte de la ciudadanía no había oído nunca hablar.
Antes de nada es aconsejable ver este video de un avión del tipo KC-10 en pleno vuelo dando muestras de un comportamiento bastante extraño y que fue grabado por los pilotos de otro avión que le seguía de cerca.

Después de unos cuantos años de difusión masiva por la red, el fenómeno conocido como “chemtrails” ha sido objeto de interés por parte de medios de todo el mundo, y por supuesto de España. Y aunque el tratamiento del tema no haya sido demasiado profundo, pueda resultar algo frívolo a quien ya es conocedor del mismo, y casi siempre se emitiese en horas de mínima audiencia, me sorprendió mucho verlo en Cuatro  y en la CNN y oírlo en RNE y en la Cadena Ser, entre otros.

El fenómeno en cuestión consiste en la fumigación o esparcimiento sobre las capas medias y altas de la atmósfera por parte de aviones sin distintivo alguno, de grandes cantidades de metales como el aluminio y el bario, y otras sustancias como nanotecnología, virus, ADN, etc. Y esto queda demostrado por los análisis de agua, que cientos de investigadores, y asociaciones independientes de todo el mundo creyeron oportuno realizar y publicar. Según aseguran otros muchos estudios, estas fumigaciones sirven como catalizador para un arma de control climático llamada HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program). Esta tecnología tiene la capacidad  de crear terremotos a través de la emisión de ondas de baja frecuencia y de calentar la ionósfera y desplazar así las nubes a voluntad. 

Esto no es algo para creerse o no creerse, sino para comprobarlo por uno mismo, bien investigando en Internet, donde hay miles de páginas de asociaciones denunciantes e informantes, de videos sobre el fenómeno y de autoridades e instituciones oficiales reconociéndolo; o bien observando cada día el cielo y las trayectorias inverosímiles que describen estos aviones: rumbo de colisión, paralelas de hasta cinco aviones, círculos, enrejados: típicos en fumigaciones agrarias… Y la frecuencia con la que lo hacen: llegan a cruzar el cielo más de cien veces en un solo día.

Para que nadie tenga que creerse nada, daré una serie de argumentaciones en la que me baso para seguir al día este fenómeno y desconfiar de sus intenciones, aunque como ya se ha dicho, siempre será mejor echar un vistazo en otras fuentes no oficiales (independientes) para corroborar o desestimar lo que aquí se diga.
Una de las obviedades es la cantidad de aviones que cruzan el cielo durante ciertos días, y otros en cambio no se ve ni un solo avión. Tampoco deja de resultar curioso el tipo de estela que dejan. Los expertos dirán que son estelas de condensación o “contrails”, pero esas se disipan muy rápido al paso del avión, y estas a las que me refiero duran minutos e incluso horas, y al expandirse dejan el cielo impregnado por una neblina que le da un tono pálido. Además, la temperatura durante el día aumenta unos diez grados, la sensación térmica en la piel se nota mucho y el horizonte se oscurece mire uno a donde mire, también en el campo, debido a que los gases  emitidos por vehículos y demás agentes contaminantes no pueden subir a las capas más altas de la atmósfera, que ya están ocupadas por dichas sustancias de baja densidad. Por lo que el primer peligro que se deriva de estas prácticas es que se crea un techo químico bajo el cual los gases emitidos se concentran, y convierten la atmósfera en una cámara de gas gigante en la cual vivimos. Cuando esto sucede las nubes de toda la vida disminuyen drásticamente su altitud, y cuando el sol incide sobre las nubes creadas por las estelas se puede llegar a distinguir en ellas un color parecido al arco iris o al de un charco en el que ha caído gasoil. También es posible observar las sombras de las nubes proyectadas en el cielo, como una ráfaga negra que mana de ellas y se encoge y atenúa a la vez que se alarga. Lo cual es un claro indicativo de que el cielo debe estar impregnado por alguna sustancia relativamente opaca, que haga las veces de superficie  en la que las sombras se proyectan. 

Otro punto destacado son las condiciones requeridas para la formación de estelas de condensación: una temperatura inferior a -48ºC, altitud entre ocho y diez kilómetros aproximadamente, y una humedad relativa alta; junto al hecho de que en 2010 se patentó un dispositivo ultrasónico para evitar la condensación en vuelos comerciales. Ahora bien, no puede ser casualidad que esas condiciones, a las que la mismísima NASA tilda de extraordinarias, se den todos los meses durante varios días seguidos e incluso semanalmente, y no sólo aquí sino en todo el mundo, o al menos en aquellos lugares próximos a estados donde la OTAN tiene sede, lo cual se desprende de fuentes audiovisuales como el video "¿Qué nos están fumigando?"



La ruptura o disolución de las nubes cúmulo es otra de las conclusiones a las que se puede llegar con la simple observación de este fenómeno, pues en muchas ocasiones he podido ser testigo directo de lo que digo: cuando los aviones hacen su trabajo, los cúmulos de evolución de dispersan y el cielo queda cubierto por un tipo de nube muy estrecha y larga, cuya parte superior es totalmente horizontal, lo cual deduzco que ocurre cuando las nubes en dispersión hacen tope en el techo químico creado por las estelas de los aviones. Y una neblina lo impregna todo hasta el punto de distorsionar el horizonte más próximo. En este video se puede ver claramente en tres minutos como el techo químico es formado en cuatro horas de paso continuo de aviones. 

¿Quién no ha oído hablar del calentamiento global? Recuerdo que Al Gore recibió el Nobel de la Paz por este asunto. Aunque curiosamente ahora lo llaman “El Cambio Climático”.  Entonces, ¿es un calentamiento o un cambio? Porque un cambio puede ser frío. 

En otra de las denuncias que se vienen haciendo desde multitud de colectivos, entre los que se pueden contar varios grupos de científicos, se viene a señalar, que  el fin de la propaganda sobre el cambio climático, consiste en la recaudación de un impuesto mundial a las emisiones de carbono para financiar un gobierno mundial, y utilizar su implicación global para empujar al público hacia la idea de la necesidad de dicho gobierno. Para llevarnos al Nuevo Orden Mundial del que tanto hablan los políticos del imperio en sus discursos.

Otros documentos denuncian la implicación de multinacionales agroalimentarias y farmacéuticas como Monsanto en estos proyectos de geo-ingeniería. Y en este caso la cosa es mucho más fuerte. Porque según revelan estudios independientes del agua y del suelo en laboratorios de prestigio en diversos países del mundo, los niveles de óxido de aluminio son varios cientos o miles de veces superiores a los esperados. Y concluyen asegurando que las fumigaciones masivas de estos químicos están aumentando la acidez del suelo, lo cual perjudica gravemente el crecimiento de las cosechas y el desarrollo de la vida en general. 

Por otro lado se sabe, porque es de dominio público, que Monsanto ya tiene patentadas semillas capaces de crecer en suelos ácidos, aunque en esta área  sus patentes suelen ser sobre “productos terminator”, es decir, que no producen más semillas, con lo que podría acabar haciéndose con el monopolio mundial de semillas. De hecho, ya hay legislación europea promovida por los lobbies, que prohíbe expresamente a la gente guardar semillas, sin olvidar el engaño que promueven vendiendo fruta sin semillas: para que te sea más fácil comerla y mañana la pagues al triple. 

Y si a esto añadimos el hecho, de que varias de estas corporaciones y otros inversores, como Bill y Melisa Gates a través de su fundación y publicado por “The Guardian”, han financiado la construcción de un búnker subterráneo en el que pretenden acumular semillas de todas las especies conocidas. Y si además tenemos en cuenta, que este sistema caótico y criminal en el que tratamos de sobrevivir necesita de la escasez para hacer negocio, y que los inversores anteriormente mencionados son parte de la élite social que impulsa y fomenta este sistema imperialista de tiranía económica. Entonces, caben pocas conclusiones. Porque el que domina quiere más dominio, y un imperio muere cuando deja de expandirse. Y solo en un contexto de escasez se puede crear en la masa la dependencia suficiente para controlarla y embarcarla hacia la utopía de las mentes psicópatas a las que les place vivir en este entorno, y que dirigen y diseñan sociedades capaces de soportar este estado de las cosas: su dominio perpetuo a cualquier precio.

La existencia de aviones equipados especialmente para dicho cometido está más que demostrada en videos y fotos que circulan por la red, e incluso por testimonios de políticos, pilotos y mecánicos de aviones de varias partes del mundo. De hecho está tan reconocido, que algunos de los responsables de dichas fumigaciones tóxicas han  hecho público abiertamente, que se está llevando a cabo el esparcimiento sistemático de millones de toneladas de aluminio, bario, y otros metales pesados para, según ellos, proteger al planeta de las radiaciones solares y revertir el cambio climático. Pero existen opiniones bien argumentadas que declaran que el cambio climático lo están creando artificialmente y con otros muchos fines.  Además, no me creo que hagan algo bueno y no se jacten de ello y le den toda la publicidad habida y por haber. Lo cierto es que, si alguien quisiera envenenar y debilitar a las masas para reprimir su respuesta ante esta crisis financiera, medioambiental, y sobre todo, de información,  ¿lo diría abiertamente? 

El control del clima es un arma poderosa que se ha utilizado en otras ocasiones. En la Guerra de Vietnam, el ejército estadounidense llevó a cabo la “Operación Popeye”, con la cual se prolongó la temporada de lluvias durante más de seis meses para dificultar el traslado de suministros y armamento del enemigo en la selva. Existe además un documento, firmado en los años setenta por un gran número de países, por el cual sus miembros se comprometen a no usar esta tecnología como arma contra otros países, pero se reservan el derecho a utilizarlo en su propio territorio. Por lo que siempre que el gobierno esté de acuerdo, las empresas y organizaciones que se vienen dedicando a estas actividades tienen carta blanca para hacer cuanto les plazca. Como prueba de lo dicho, dejo este enlace a una web en la que se ofertan estos servicios de fumigación masiva y alteración del clima.

Una vez que se conoce y se investiga este tema un poco, ya no deja uno de sorprenderse con su alcance y su profundidad. Desde que este fenómeno se ha generalizado, miles de anuncios, cabeceras de informativos y programas de máxima audiencia, exhiben con una frecuencia desconcertante emulaciones de estelas. Esta práctica de repetición se conoce como “Normalización”,  y consiste en habituar al público, mediante imágenes e informaciones varias, a condiciones que más tarde se pondrán en marcha, para que sus mentes no perciban el cambio de escenario. Si esto se entiende y se asume, entonces resulta más sencillo advertir hasta qué punto los poderes financieros y corporativos controlan, medios de comunicación, grandes multinacionales, gobiernos y organismos internacionales entre otros. Y así proyectan en los demás la realidad que más les convenga. En estos videos se pueden ver casos de Normalización, y por otro lado, de manipulación informativa por parte del departamento de meteorología de, TVE (1), TVE (2), Cuatro y TV3.

Son tantos los indicios, testimonios y pruebas de todo tipo, que podría escribir sobre esto durante meses. Pero es preferible que cada cual busque e investigue este fenómeno por su cuenta. Sin embargo, no puedo terminar con la exposición de este controvertido tema sin narrar la experiencia que tuve la mañana del veintisiete de septiembre, en la que se me ocurrió llamar a AENA para preguntar sobre unos aviones que estaban sobrevolando mi pueblo y vastos alrededores formando una rejilla de estelas. 

Primero llamé al Ejército del Aire (915032330), y una mujer muy amable me remitió a control de tráfico de AENA (913211000). De aquí me pusieron en contacto con un controlador aéreo del aeropuerto de San Javier, con el cual me lleve una grata sorpresa, al comprobar desconcertado, el sumo interés con que se tomo mi denuncia y la atención con la escuchó todo cuanto le dije al respecto del fenómeno. Tras hablar conmigo cerca de diez minutos y comprobar que su radar no detectaba los aviones que yo estaba viendo sobre mí cabeza, el controlador me puso en contacto con el sargento de la Guardia Civil del aeropuerto para que le diera detalles sobre la posición y el rumbo de dichos aviones. Pocos minutos después de haber hablado con el sargento en cuestión, recibí una llamada de la Guardia Civil del pueblo donde vivo para que les indicara desde dónde podían divisar los aviones y en qué dirección se encontraban. Yo les di las indicaciones oportunas y allí acabó todo por aquel día.

No obstante, este tipo de cosas, me dan confianza para no cejar en mi empeño por sacar esto a la luz e informar a todo aquel que esté dispuesto a mirar para ver, y a ver y a escuchar para comprender. Y desde aquí, animo a todo aquel que lea este artículo, a observar el fenómeno, informarse, y en caso de tener certeza de su existencia, denunciarlo o asociarse a algún grupo para hacerlo conjuntamente.  

En Facebook se pueden encontrar grupos como  Chemtrails Murcia o Asociación Nacional Española Cielos  Limpios  entre otros muchos, de los que se puede hacer miembro todo aquel que esté interesado en informarse y actuar."