La falta de repercusión en los medios de comunicación muestra hasta qué
punto se controla su divulgación por miedo a que la opinión pública
ponga fin al desatino de cuatro necios poderosos, los mismos de siempre.
La ausencia en este debate de grupos tradicionalmente valedores del
medio ambiente como Greenpeace y Ecologistas en Acción pesaba como una
losa. Algún día deberán explicar las razones de su convergencia con el
lado oportunista del cambio climático más cerca de los intereses
políticos, militares e industriales que de la sociedad.
Asociación Cielos Limpios
Por Desde Guardacielos / Skyguards / Terra SOS-tenible
La última pretensión de los pseudo científicos del siglo XXI -que
desde hace décadas se han dedicado a manipular los sistemas climáticos
terrestres en nombre del interés común...- es la legitimidad de la
decisión, frente a una clase política incapaz de posicionarse al
respecto, ignorando totalmente a la ciudadanía.
El 18 de julio de 2014 tuvo lugar en Berlín una conferencia de cuatro
días sobre "Ingeniería climática" a la que entre los más de 300
participantes de 40 países se encontraban muchos de los geoingenieros
más cuestionables de la cada vez más cuestionable comunidad científica
internacional, cada vez más al servicio de multinacionales de todo orden
y del sector militar.
El ente organizador era el recién creado IASS (2012), que a juzgar
por sus patrocinadores ha encontrado un nicho al sol del cambio
climático. Este organismo se ha dado el objetivo de promover el
necesario diálogo entre la clase científica y la sociedad civil en temas
de ingeniería climática. Objetivo que no podrá cumplir, si mantiene la
actual proporción de 90 a 10, siendo generosos.
El público era variado, desde personas en sus sesenta a jóvenes en su
veintena. Las universidades más prestigiosas del mundo habían enviado a
sus investigadores más veteranos y a sus mejores promesas. El evento
prometía. Si bien no dejaba de ser un ejemplo claro de que el debate de
un tema tan trascendental seguía teniendo lugar exclusivamente a nivel
científico y académico, sin que trascendiese a la sociedad. Su falta de
repercusión en los medios de comunicación muestra hasta qué punto se
controla su divulgación por miedo a que la opinión pública ponga fin al
desatino de cuatro necios poderosos, los mismos de siempre.
Cada jornada estaba distribuida en 4 bloques y cada uno de ellos
versaba sobre al menos cuatro temas distintos con cuatro ponencias por
tema mínimo, de manera que necesariamente uno tenía que sacrificar doce
opciones si quería escuchar todas ellas. Los títulos son de interés para
aquéllos que por razón de su cargo, no pueden seguir ignorando por más
tiempo lo que está ocurriendo y su gravedad en términos de seguridad y
salud pública, como políticos, sindicatos agrarios, jueces, médicos,
docentes, periodistas, etc.
Entre los tópicos caben citar los siguientes:
(a) La Pasada Década en
la Investigación de la Ingeniería Climática.
(b) La Política Climática
en la Encrucijada: ¿es la ingeniería climática un giro de tuerca en la
práctica o una herramienta en la caja de herramientas?
(c) Explorando
las Políticas de la Ingeniería Climática: derecho internacional para la
regulación de la ingeniería climática.
(d) Innovación responsable e
ingeniería climática.
(e) Riesgos y conflictos potenciales de la
ingeniería climática.
(f) Ingeniería climática y el significado de
naturaleza.
(g) Sociedad civil y geoingeniería: ¿quién emplaza a quién?
(h) De la geoingeniería a la geo-armamentización: la dimensión de
seguridad en la ingeniería climática.
(i) Nuevas técnicas de Gestión de
la Radiación Solar: desde la dilución de cirros al abrillantamiento del
cielo marino.
(j) Geoingeniería Climática y el Papel potencial del
Régimen de los Derechos Humanos.
(k) La Gobernanza de la Ingeniería
global: ¿es el IPCC el lugar adecuado para ello?
(l) Ingeniería
Climática e Ingeniería Humana: retos de cambios sociales y tecnológicos
en el Antropoceno.
(m) El Control Internacional de la Ingeniería
Climática y de la Investigación.
(n) Leyes locales y responsabilidades
globales: la aplicación de leyes nacionales y locales para regular la
ingeniería climática y la determinación de responsabilidades por su
impacto.
(ñ) Presentando Teoría y Evidencias de los Actuales Programas
de Fumigación Atmosférica con Aerosoles. (Presentación de Grupos de la
Sociedad Civil en Sesión Libre)
SESIÓN DE APERTURA Y LECCIONES MAGISTRALES (Mark Lawrence)
La sesión de apertura fue brillantemente presentada por el Director
de Investigación del IASS, Mark Lawrence, quien insistió desde el inicio
en la necesidad de distinguir entre ingeniería climática y
geoingeniería. No obstante, los mismos científicos no parecen haberse
puesto de acuerdo en la semántica puesto que a lo largo de los cuatro
días utilizaron indistintamente los dos términos para explicar la
manipulación deliberada del clima a escala global con el fin de paliar
el calentamiento terrestre causado por el hombre debido al uso de
energías fósiles que producen gases de efecto invernadero como el CO2.
Resolviendo la inconsistencia con afirmaciones como que en el futuro no
se hablaría de geoingeniería sino de técnicas y tecnologías específicas.
En esta sesión de apertura no pudo faltar la presencia de políticos
alemanes, quienes dieron muestras de ser grandes maestros en eso de
nadar y guardar la ropa. Manifestaron que la idea de desarrollar una
herramienta de modificación climática para cerrarla en un armario, por
si acaso no podemos controlar las emisiones de CO2, que es la hipótesis
oficial, no es alentadora dados los riesgos que implica, ya que siempre
existirá la "tentación" de su uso por alguien. Si bien algunos ponentes
fueron críticos con la geoingeniería insistiendo, en lo que llaman
mitigación, (reducción de las emisiones y captura de CO2) consideran que
hay que proseguir con la "investigación..."; otros más tajantes
propusieron eliminar todas las fuentes energéticas de CO2 eliminando así
la necesidad de tener que aplicar la geoingeniería, abogando por la
eliminación de la energía nuclear.
Tampoco podía faltar en esta sesión la voz de Estados Unidos en la
persona de Jane C.S. Long (abajo en la foto) cuya larga lista de
distinciones desmerece totalmente su intervención resumida en que ella
no retira de la mesa ni la energía nuclear, ni el fracking ni la
geoingeniería, rematando su personal opinión con el eufemismo: "eso sí,
hay que hacer las cosas ¡"con respeto por la tierra"! Pocas veces se han
escuchado contradicciones tan clamorosas en una misma frase.
Una
de las intervenciones más clarividentes la hizo el Presidente y
fundador del IASS, Klaus Töpfer, ex-político alemán de relieve y ex-alto
cargo en Naciones Unidas, quien vaticinó el fin de la democracia
parlamentaria debido a que las multinacionales tienen tanto poder que
las decisiones clave para la sociedad ya no se toman en los Parlamentos
Nacionales. Así no tendría sentido pagar a un montón de políticos por un
trabajo ineficaz ya que terminan legislando muy por detrás de lo que se
mueve el mercado sin que sus leyes sirvan para nada. Otra de sus perlas
es que el sistema gasta miles de millones en diseñar las palabras y el
debate público porque quien controla el léxico controla el tópico. Ambas
afirmaciones son de gran relevancia en el tema de la geoingeniería.
Es obvio que las decisiones en este tema no se toman en sede
parlamentaria y que los políticos europeos, en lo que nos atañe,
prefieren practicar el principio mafioso de la "omertá" o ley del
silencio, haciendo dejación de funciones y eludiendo su responsabilidad
frente a la ciudadanía, negando que la manipulación climática exista y
desacreditando públicamente a quien públicamente lo denuncia. Y es obvio
también que ha habido una poderosa estrategia para dirigir el lenguaje,
induciendo el uso términos exóticos que nadie entiende, con el fin de
controlar el tópico e impedir el debate público para preventivamente
impedir toda acción reacción social y consecuentemente el control
parlamentario del tema. Es la pescadilla que se muerde la cola. El
resultado en la práctica ha supuesto perder una década, al menos, en
términos de divulgación, para que la sociedad pudiera organizar su
defensa. Tiempo que necesitaron los manipuladores del clima para
consolidar sus pretensiones y organizar la "gobernanza" de sus
actividades delictivas fuera de todo marco legal, nacional e
internacional.
CIENTÍFICOS SOCIALES, CIENTÍFICOS FÍSICOS Y SOCIEDAD CIVIL
Desde el inicio de las jornadas, se apreciaron claramente dos grupos
de científicos, los físicos y los sociales. Entre los primeros estaban
aquéllos que desde hace décadas trabajan en fórmulas de control
climático, - en su origen desarrolladas como arma de uso militar
prohibidas por el Convenio ENMOD de Naciones Unidas en 1977 por su poder
devastador – pero que insisten en que nunca se pondrán en práctica por
el riesgo potencial que suponen para el planeta, negando que se hayan
experimentado en la práctica. Y aquéllos que insisten en que es urgente
pasar a la práctica sin más dilaciones debido al cambio climático y a
que las medidas de mitigación no funcionan. Nombres como Alan Robock,
Ken Caldeira y Clive Hamilton pretendían dar altura a un debate nulo en
el que por la mayor parte el sentido común y la responsabilidad social
eran más una pose mal simulada que una realidad.
En suma, los dos grupos coinciden en que la cosa no pasa de teorías,
hipótesis y simulaciones matemáticas por ordenador. Pero a los unos no
les importa gastar tiempo y dinero, público y privado, en desarrollar
tecnologías que según ellos nunca se emplearán dada su peligrosidad. Y a
los otros tampoco les importa que no habiéndose supuestamente
experimentado en la práctica, se pongan en marcha tecnologías de
manipulación climática de las que ignoran las consecuencias puesto que
la atmósfera no es un laboratorio cerrado en el que se controlan todas
las variables. Los dos grupos de científicos quedaron en evidencia
cuando un biólogo de Pakistán les preguntó si habían investigado el
impacto de estas tecnologías para la vida en el planeta y para las
personas. El silencio fue la respuesta más aterradora que cabía esperar.
Por su parte los científicos sociales lanzaron una verdadera ofensiva
para constituirse en intermediarios entre la sociedad civil y los
científicos físicos, algo que no parece gustar demasiado a estos últimos
que ven amenazada su hegemonía sobre el tema y que afirman no necesitar
intermediarios. Los científicos sociales a su vez presentan estudios
sobre un debate público inexistente con muestras de ¡15 personas!
utilizando fórmulas de marketing y cuya fiabilidad cuestionamos desde
Guardacielos y Skyguards abiertamente. Ya que, como dijimos, el debate
público no existe y el resultado de su trabajo se concreta en la
elaboración de perfiles sociales que sin duda serán bien utilizados por
los promotores de la geoingeniería para estudiar la mejor forma de
acabar con la resistencia social a este tipo de actividades.
Algunos cerebros de la Universidad de Oxford tras sus famosos "Cinco
Principios de Oxford" llegaron incluso a proponer la firma del
"manifiesto de Berlín" para actuar en nombre de la sociedad civil dada
la urgencia de la situación y la falta de tiempo para abrir un debate
público. En resumidas cuentas, todo por el pueblo pero sin el pueblo.
Uno se pregunta qué harían los unos y los otros en la vida si no
estuvieran mamando de la gocha del cambio climático.
GOBERNANZA DE LA GEOINGENIERÍA
En cuanto al tema de la gobernanza de la manipulación climática, a
pesar de que se considera importante controlar la tecnología por tener
su aplicación un impacto transfronterizo, se reivindica la aplicación
del Protocolo de Londres que prevé la libertad de investigación... Y se
llega a la conclusión de que cuantos más países se pongan de acuerdo más
legitimidad tendrán las acciones de geoingeniería, pero vista la
dificultad de llegar a consensos amplios se propone pasar a la acción
incluso con un grupo reducido de países. Es decir, los países que llevan
años en el mismo saco experimentando a cielo abierto. En consecuencia,
entre amigos, se ve más probable la modificación de los actuales
tratados que la elaboración de un nuevo tratado.
ALGUNOS REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL
Los representantes de la sociedad civil invitados como ponentes
fueron contados: Third World Network, Grupo ETC, RALLT, y Biofuelwatch.
La ausencia en este debate de grupos tradicionalmente valedores del
medio ambiente como Greenpeace y Ecologistas en Acción pesaba como una
losa. Algún día deberán explicar las razones de su convergencia con el
lado oportunista del cambio climático más cerca de los intereses
políticos, militares e industriales que de la sociedad. Se entiende que
fuera de ese bloque no hay financiación posible pero uno debe tener las
prioridades claras cuando se dedica a temas tan importantes como la
defensa del medio ambiente por su impacto en la salud pública. Es
alarmante que prefieran perder miles de apoyos en el mundo por esta su
escandalosa falta de implicación en los temas de la geoingeniería.
Biofuelwatch alertó de que se está persistiendo en el conveniente
error de hacer creer que el biofuel no genera CO2 y denuncia que se le
están privando a las gentes de los países pobres de tierras de cultivo
necesarias para su supervivencia por este tipo de prácticas y
experimentos como el biochar. Los demás relataron experimentos en
Filipinas, Canadá y Galápagos (Ecuador) de geoingeniería marina, por
parte de empresas australianas, conocida como fertilización de los
océanos con óxido de hierro entre otros, cuyo fin sería la alteración de
la química marina para que absorba el carbono atmosférico. A raíz de
este hecho incalificable Ecuador inició una campaña internacional para
impedir este tipo de experimentos en sus mares y modificó su Carta Magna
para incluir en ella los Derechos de la Tierra. A pesar de ello las
imágenes satélite les mostraron que los experimentos continuaron.
Estas prácticas a pesar de estar prohibidas por el Protocolo de
Londres se llevan a cabo en nombre de la investigación permitida por el
mismo Protocolo. Y se resaltó el hecho de que las empresas de países
ricos escogen países pobres para realizar sus experimentos aún teniendo
ellos la posibilidad de realizarlos en sus países de origen. Las
asociaciones coinciden en que estos experimentos se llevaron a cabo sin
el conocimiento ni el consentimiento de gobiernos y población. Pero a
pesar de este precedente ninguna de ellas habló de la geoingeniería
atmosférica como la Gestión de la Radiación Solar o la dispersión de
óxidos metálicos en la atmósfera y troposfera que está teniendo lugar a
nivel global porque ¡no creen que esto pueda suceder! Así pues de no
haber sido por un pequeño grupo de activistas contra la geoingeniería,
llegados del Reino Unido, Austria y España, el evento habría concluido
sin pena ni gloria pareciéndose más a una reunión entre clubes de futbol
que a un debate serio sobre un tema global de extrema gravedad. En ese
grupo estaban representadas las plataformas cívicas Guardacielos y
Skyguards cuyas intervenciones en defensa de la sociedad civil marcaron
la diferencia en muchas sesiones.
LOS GRUPOS OPOSITORES SE ENFRENTA A LOS GEOINGENIEROS
Que la sociedad civil no necesita intermediarios para hablar con los
científicos lo dejó patente la Portavoz de las citadas plataformas a lo
largo del evento, y más específicamente cuando un físico inglés inició
su intervención en una mesa redonda afirmando que ellos tenían la
legitimidad de la decisión en este tema porque estaban pagados con
fondos públicos. Josefina Fraile le respondió que en realidad estaban
siendo pagados sobre todo con fondos corporativos y que esa era razón
suficiente para desconfiar de ellos. Que estamos en una democracia y que
en una democracia la legitimidad la tienen los ciudadanos que eligen a
sus representantes mediante procesos electorales. Que esos
representantes tienen hoy día la misma nula credibilidad que los
científicos al servicio de los mismos intereses y que niegan que esto
exista y se esté llevando a cabo. Que cuando este debate sobre la
geoingeniería salga del mundo académico y llegue a la opinión pública,
la sociedad civil se opondrá a semejante despropósito pidiendo
responsabilidades legales a todos ellos. Que la ciencia debe estar al
servicio de la sociedad y no de las corporaciones. Y que no se puede
seguir, a estas alturas, con patrones de comunicación de arriba abajo
para "educar" a la sociedad cuando lo que se pretende es adoctrinarla.
Que los científicos tienen que preguntarle a la sociedad qué mundo
quieren para ellos y sus hijos y que en base a ello deben basar sus
investigaciones.
El lobby de la urgencia de la "intervención en abierto" se dejaba
sentir en todas las sesiones, con la misma insistencia y persistencia
que el lobby nuclear, no en vano comparten raíces, objetivos y recursos.
El profesor Mojib Latif fue la voz sensata y clara del mundo académico.
Amigo de pocas palabras, pero certeras como dardos en el blanco de la
diana, dijo que la geoingeniería era una propuesta peligrosa con una
duración limitada en el tiempo y que podíamos y debíamos olvidarnos de
ella. Afirmó que dicha propuesta no dejaba de ser un parche de 25 años
para combatir los síntomas de una enfermedad ya que no combatía la
enfermedad. Si el problema es el CO2 en un lapso de 20 años la sociedad
puede pasar a un modo de producción y consumo distinto, con tecnologías y
energías renovables, haciendo innecesario manipular el sistema
climático natural con los riesgos que conlleva para la supervivencia del
planeta.
LOS ACTIVISTAS CONTRA LA GEOINGENIERÍA LOGRAN ESPACIO FUERA DEL PROGRAMA PARA EXPONER SUS PREOCUPACIONES
El equilibrio de fuerzas era desproporcionado pero los seis
activistas contra la geoingeniería en el evento quisimos contrarrestar
el poderoso lobby de los promotores proponiendo a la organización que se
nos facilitara un espacio en el que celebrar una sesión para exponer
otros puntos de vista, a lo que se accedió sin problemas.
Con el título de Teoría y Evidencias de los Actuales Programas de
Fumigación Atmosférica con Aerosoles se pretendía exponer la
preocupación de la sociedad frente a hechos consumados como la
fumigación de sus cielos por aviones sin identificar y mostrar las
evidencias de ello, contrariamente a lo expuesto por la ponente Susanne
Dröge quien afirmó que la Unión Europea desgraciadamente no se
posicionaba en el tema de la geoingeniería.
En esta sesión imprevista se sacó a colación un tema tabú en cada una
de las sesiones. La inversión de la ley causa efecto y el hecho de que
la geoingeniería haya pasado de ser un experimento de simulación
matemática por ordenador a ser un experimento real en el laboratorio
abierto de la tierra provocando el cambio climático por intereses varios
del entramado político-militar-industrial. Y todo ello, sin
conocimiento ni consentimiento de la ciudadanía, al margen de todo marco
legal, y en el desprecio más absoluto del principio de precaución,
varias veces citado en las sesiones.
Dada la nula publicidad de la sesión y el horario (se hizo durante la
comida) la afluencia de público fue reducida pero aún así se
contabilizaron16 personas, casi el doble que en otras sesiones
oficiales. Entre los asistentes estaba el Sr. Caldeira que abandonó la
sala tras unos minutos de escucha.
Tras las espontáneas pero bien traídas intervenciones de los
participantes del Reino Unido, la portavoz de Guardacielos y Skyguards
expuso la iniciativa que llevó a cabo ante el Parlamento Europeo para
exponer ante la máxima autoridad democrática en la Unión Europea las
preocupaciones de la sociedad civil sobre este grave asunto, los días 8 y
9 de Abril de 2013, tras la cual se presentó una petición formal para
la investigación independiente de los hechos expuestos que ha sido
admitida a trámite.
También se informó de que en esta línea, el gobierno regional del
condado de Shasta, en Redding, California, aprobó una moción por
unanimidad presentada por la sociedad civil contra la geoingeniería para
que igualmente se investiguen sus denuncias. En la audiencia
multitudinaria en la que Skyguards tuvo el honor de estar, participaron
como expertos testimoniales, expilotos y metereólogos militares,
biólogos, médicos, agricultores, enfermos "colaterales", etc.
Se
finalizó la intervención con alusión al Manifiesto contra la
geoingeniería presentado por Skyguards. Como dato anecdótico las 200
chapas que se dejaron en la mesa de documentación diciendo no a la
geoingeniería fueron bien recibidas, incluso los geoingenieros se las
llevaron de recuerdo.
ALGUNOS DE LOS MEJORES Y PEORES COMENTARIOS DE LOS PARTICIPANTES
Las sesiones, con demasiados ponentes en intervenciones de 10 minutos
en muchos casos, no propiciaban el debate por falta de tiempo, sino más
bien un rosario de afirmaciones procedentes de los cuatro campos de
juego que se habían perfilado a lo largo de los cuatro días. Se incluyen
algunas de las más llamativas:
La agenda detrás de la geoingeniería no tiene nada que ver con la
ciencia. Tiene que ver con asuntos políticos y financieros.
(participante de Africa)
No podemos tomar decisiones basadas en modelaciones matemáticas por ordenador. (Abogado americano)
Se gastan miles de millones en diseñar las palabras y el debate
público, porque quien controla las palabras controla el tópico. (Klaus
Töpfer, ex-político alemán)
Se está presionando para pasar a la acción con el fin de salvar vidas
y propiedades... pero nunca se toman buenas decisiones bajo presión,
miedo o la desesperación.
Solo los países ricos hablan de geoingeniería, blancos, ricos y tecno obsesionados.
¿Se ha tenido en cuenta la opinión de las religiones del mundo en la
elaboración de estas políticas? (sin respuesta) - Tuvimos la oportunidad
de hablar con este científico americano sobre la inmunidad de los
científicos frente a la responsabilidad social de sus investigaciones.
Parecen situarse en un limbo legal en el que tienen licencia para
destruir la vida misma sin que nada les ocurra y nadie les cuestione. Y
le planteamos la creación de un tribunal internacional de seguimiento de
la ciencia con competencias para juzgar a científicos que trabajan en
proyectos que a todas luces constituyen crímenes contra la humanidad.
Algo con lo que estuvo de acuerdo.
También hubo una larga sarta de afirmaciones, como poco preocupantes.
Una de ellas fue la propuesta de considerar la geoingeniería como un
derecho humano. Y otra, la de un futurólogo ¡consejero de gobiernos e
instituciones! que afirmó que nosotros no somos tan peligrosos para el
planeta como el planeta lo es para nosotros. Y que éste ha emergido de
las peores situaciones. No importa lo que le hagamos, siempre
sobrevivirá... - Todo comentario sería superfluo.
VALORACIÓN DEL EVENTO
Este evento cojeaba demasiado del lado oficialista del cambio
climático, partiendo de tesis consolidadas que nadie puso en duda.
Consideramos que es muy difícil organizar algo semejante atendiendo a
las distintas ópticas de un tema tan complejo pero habría sido deseable
la presencia de científicos que disintiesen de las tesis oficiales sobre
cambio climático y que son marginados en el seno del Panel
Intergubernamental contra el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC).
Los científicos presentes no explicaron cómo se pasó del tópico del
calentamiento global al de cambio climático ni por qué. No hubo
científicos climáticos que explicaran las terribles consecuencias de
intervenir en los sistemas climáticos del planeta. No hubo científicos
solares que explicasen a la audiencia que es el sol el que determina el
clima del planeta y no el CO2.
En consecuencia controlar el sol es controlar el clima. Quizás eso
explique por qué en los esquemas de geoingeniería prevalece la propuesta
de gestión de la radiación solar y no la reducción del CO2
antropogénico. No hubo ninguna ponencia que explicara con cifras al
apoyo el desarrollo de la industria del cambio climático, quienes se
benefician y quienes no, del gigantesco presupuesto global.
Nadie habló
de las múltiples empresas que ofrecen servicios de modificación
climática en el mundo, ni cómo han llegado a ofrecer esos servicios
finales al mercado si no ha habido fases experimentales de ingeniería
climática en el mundo. Tampoco hubo nadie que centrara su atención en
los ganadores y los perdedores de la implantación de las tecnologías de
control climático. Y por último hubiera sido deseable que se hubiera
dado el espacio que merece la investigación militar sobre técnicas de
manipulación climática desde hace más de 60 años, sus pruebas en la
práctica y su impacto en el sistema climático. Solo un ponente hizo
alusión a Popeye, Gromet y Argus. Nadie aludió a un informe clave en
1996 de las Fuerzas Aéreas Americanas "Poseyendo el Clima para 2025".
Desde el punto de vista logístico hubiera sido deseable tener una
pasarela más reducida de ponentes, más espacio de debate y una
distribución secuencial de las ponencias y no paralela, de forma que
nadie se perdiese ninguna intervención sobre un tema tan importante.
Sobraron las ponencias de estilo y la presencia de ciertos personajes
futurólogos.
Globalmente ha sido un buen evento con espacio para la mejora en el
futuro. Cabiendo destacar la calidad general de los moderadores de las
sesiones que hicieron muy bien su trabajo llegando incluso a pedir
respeto por las opiniones divergentes cuando fue necesario. El servicio
de atención al participante y de catering del Hotel Scandic fue
excelente.
La valoración global del evento para nosotros ha sido muy positiva.
Nos ha permitido reivindicar el espacio que nos corresponde como
sociedad civil y que había sido usurpado por los científicos sociales de
universidades que tradicionalmente llevan décadas trabajando en
fórmulas de manipulación climática. Y nos ha permitido hablar
directamente con los geoingenieros para decirles en persona lo que
pensamos y esperamos de ellos.
Fuente:
http://www.eldiadezamora.es/index.php/component/content/article/1-noticias/19041-ingenieros-del-clima-en-berlin-golpe-de-estado-a-la-democracia-global