"Quienes niegan la manipulación climática, sin escuchar ni comprobar nada, afirmamos que favorecen a la mafia climática. El otro sector, entre muchos desvaríos, nos tacha de defensores del petróleo por cuestionar los efectos del CO2 como causa principal, argumento sin soporte, ya se encarga la OTAN y sus ministerios de ataque en defender a la industria del petróleo, cómplices de la mayor organización terrorista; además de guerras al estilo clásico con armamento bélico, usan armas climáticas. La guerra climática fue prohibida en la Convención Internacional de la ONU de 1977, evidentemente incumplida deliberadamente."

La crisis climática, sin consenso

Ismael López Urrea

No hay consenso en las causas de la crisis climática, ni por parte de la comunidad científica ni tampoco en el variopinto movimiento ecologista. 

Unos hablan sobre calentamiento global o cambio climático, otros alertamos sobre la manipulación climática. 

Investigando comprobamos una densa documentación para defender o acusar a ambas interpretaciones. Si la intención común es por la vida en el planeta… ¿por qué no hay consenso? ¿Por qué tantas diferencias y cada vez más enfrentadas?

En la línea de los consensos, que es mejor que las mayorías absolutas, en vez de cambio o manipulación climática, opto aquí por la denominación menos polémica, crisis climática, para evitar y suavizar bandos enfrentados. 

Ni las consignas más usadas contra los gases industriales y el CO2, ni las del movimiento emergente contra la manipulación climática que denunciamos gases de químicos con aerosoles en la atmósfera, entre muchas formas de alteración climática, son arengas más verdes unas que otras; las luchas globales no pertenecen a unas organizaciones más que a otras, pasa con el ecologismo y con todos los movimientos sociales. 

Cada espacio cultural es diferente, muchas tribus indígenas, ecologismo primitivo, denuncian el intrusismo impositivo del conservadurismo, hay diferentes modelos, y también, diferentes orígenes, patrocinadores e intenciones diversas. 

La disidencia controlada no es una falacia.

Todo este embrollo no es halagüeño sobre quién defiende más y mejor al planeta. No es fácil romper los muros de las convicciones, o abandonar teorías dogmáticas, conviene abrir puentes y puertas, idea base de este texto, expresando sin prejuicios y en profundidad sobre la orquestada crisis climática.

Quienes niegan la manipulación climática, sin escuchar ni comprobar nada, afirmamos que favorecen a la mafia climática. El otro sector, entre muchos desvaríos, nos tacha de defensores del petróleo por cuestionar los efectos del CO2 como causa principal, argumento sin soporte, ya se encarga la OTAN y sus ministerios de ataque en defender a la industria del petróleo, cómplices de la mayor organización terrorista; además de guerras al estilo clásico con armamento bélico, usan armas climáticas. La guerra climática fue prohibida en la Convención Internacional de la ONU de 1977, evidentemente incumplida deliberadamente.

La magnitud y gravedad de la manipulación climática es de máxima prioridad, en la conferencia en Berlín de 2014, participaron organizaciones de más de 40 países, de España acudió la asociación Guardacielos. Lamentable e incomprensiblemente no estuvo presente Greenpeace, ni hubo representantes del ecologismo clásico español.

Espero que con el tiempo se vayan disipando las diferencias y tengamos la misma contundencia y claridad colectiva que expresamos contra los transgénicos, el fracking, o el TTIP, que mucha relación tienen también con el control del clima, el agua, los recursos naturales, la alimentación mundial, la población…

 En Murcia, por todo lo expuesto, cuando en septiembre de 2014 se convocó la marcha global contra el cambio climático no dudé en participar y formar parte de la organización. 

La controversia interna fue resuelta cuando redirigimos la proclama principal de la manifestación por la Madre Tierra, por las energías, las aguas y los cielos limpios. 

Al gran ficus de Santo Domingo le brindamos un homenaje bajo sus majestuosas ramas, colgando pequeñas gotas de agua en cartones, por amor al planeta.

Fuente:  http://www.lacronicadelpajarito.es/blog/dichoqueda/2015/07/crisis-climatica-sin-consenso