sábado, 11 de febrero de 2017

LA COMISÓN EUROPEA NO NIEGA LA EXISTENCIA DE ACTIVIDADES MILITARES SECRETAS


Los comisiarios europeos no son elegidos, son nombrados.
 

Esta es la propuesta de interpretación que hace Cielos Limpios de la  respuesta de la Comisión europea

En su escrito, esta cámara europea:

1. no niega que se estén realizando actividades militares secretas que afecten al medioambiente.
2. al no negarlo, reconoce tácitamente que no existen observatorios abiertos y democráticos que vigilen dichas operaciones militares
3. al no negarlo, admite  que las leyes medioambientales no se aplican a las actividades militares.

La petición era una ocasión ideal para negar todos estos puntos, pero no, en lugar de decir que todo eso son fantasías y que nada de eso ocurre, la respuesta se ha limitado a decir que la Comisión no tiene jurisdicción para realizar esa vigilancia. Si nada de eso existiera, nada habría que vigilar.


Volvamos a leerla detenidamente:
    "El peticionario pide una implementación completa de la resolución sobre el medio ambiente, seguridad y política exterior y, entre otras cosas, que se redacte un libro verde sobre las actividades militares que afectan el medio ambiente, que se cuestione la investigación militar secreta y que se favorezca la creación de observatorios, abiertos y democráticos, de vigilancia sobre proyectos de investigación militar, y que las leyes ambientales civiles se apliquen a todas las actividades militares.
    

 Sin embargo, la Comisión desea informar a la Comisión de peticiones que no tiene jurisdicción en el ámbito de las iniciativas militares de los Estados miembros. El SEAE (Servicio Europeo de acción exterior) se ocupa     solamente de la implementación y la gestión de iniciativas militares en terceros países.

La solicitud de Guardacielos es un tanto utópica, casi enternecedora: pedir  a la Comisión europea, cuyo presidente es nombrado en la reunión de Bilderberg, es decir el complejo militar industrial en la sombra:
1. que redacte un libro verde sobre las actividades militares
2. que se cuestionen las actividades militares secretas
3.  y que las leyes medioambientales se apliquen a las actividades militares... 


Es pedir a los servicios secretos que dejen de ser secretos.
 

Es pedir al ejército que tire balas ecológicas y bombas de agua perfumada.
 

Es pedir conciencia y amor a la Humanidad a personas que no tienen alma, y están cegadas, unas por el pasotismo y la desidia, y otras por la codicia y el afán de control.
 

Sigamos leyendo:
   
    En consecuencia, cualquier referencia a la legislación medioambiental de la UE, y en particular, la Directiva 2001/42 /CE , la Convención de Aarhus y la Convención de Nagoya sobre biodiversidad con respecto a las actividades militares no ha lugar. »


Como siempre, a la administración le encanta hacer referencia a leyes con números y barras y fechas, como si esas leyes por haber sido redactadas, votadas y aprobadas fueran garantía de que estamos en un sistema democrático.

Los negacionistas de la geoingeniería se han alegrado de esta respuesta como si ella fuera la prueba de que no existen los programas militares secretos. Grave error.

Señores desinformadores, Uds.  no han sabido interpretarla.  La Comisión europea NO NIEGA NADA DE LO QUE SE AFIRMA EN LA SOLICITUD. Y el que calla, otorga.

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